Durante mucho tiempo ha existido en la política una manera tradicional y conservadora de entender a las mujeres y "sus asuntos" como aquellos solamente relacionados con la familia. Desde esta perspectiva los gobiernos del Partido Popular de las últimas décadas han hecho políticas "para las mujeres" dentro de las consejerías de Servicios Sociales y Familia. Gracias al avance del feminismo de los últimos años, cada vez se entiende mejor que los derechos de las mujeres no son una cuestión menor sino que tienen que ver con la calidad democrática de una sociedad y que la igualdad entre hombres y mujeres hay que abordarla desde todas las políticas que se ponen en marcha. Por eso, la próxima legislatura en la Comunidad de Madrid hay que asegurar que exista una Consejería de Igualdad y Feminismo desde la que coordinarse con el resto de las áreas de gobierno. Unas aceras más o menos anchas o unas calles más o menos iluminadas por la noche son cuestiones que, aunque no lo parezca en un primer momento, tienen un gran impacto de género, es decir, pueden hacer de una ciudad una espacio más accesible para los padres y, sobre todo, las madres que van por las aceras con un carrito y, sin lugar a dudas, convierten a nuestras ciudades en lugares más seguros y menos hostiles para las miles de mujeres que sienten miedo volviendo a casa de noche.

Una de las grandes cuestiones que deben estar atravesadas por una mirada atenta hacia las mujeres es el transporte. A pesar de que Madrid es una ciudad muy segura según todos estudios comparativos, las madrileñas, aunque en menor medida que en otras partes del mundo, saben que a diario se pueden vivir situaciones incómodas e invasivas en un autobús o en un vagón de metro y para garantizar la libertad de las mujeres tenemos que desterrar esos machismos cotidianos y normalizados que tantas han experimentado. Si se dieran situaciones de abusos sexuales o incluso de agresiones machistas es importante, por ejemplo, que el personal de nuestros transportes públicos tenga una buena formación para saber identificar esas situaciones y reaccionar correctamente ante ellas. De ahí parte la necesidad de incorporar la implementación de una aplicación que las mujeres puedan tener en sus móviles y que les permita comunicar un incidente al personal de metro desde dentro de los vagones para contar con ayuda en la siguiente estación en caso de necesitarla.

También nos parece muy necesario que en las líneas de autobuses nocturnas las mujeres puedan pedir al conductor que la parada sea donde ellas necesiten siempre y cuando sea dentro del recorrido establecido. Eso puede permitir que algunas mujeres que vuelven solas a casa por la noche puedan bajar del autobús mucho más cerca de su casa. También la recuperación de los buhometros durante toda la noche, una medida que, para nuestra plataforma ciudadana Más Madrid, tiene un claro impacto de género. La escasez de transportes públicos nocturnos hace que muchas mujeres elijan volver a casa en taxi, pero obviamente este es un medio de transporte que no está al alcance de todos y todas.

Pero no basta con las propuestas y mejoras que ya son de sentido común en la sociedad y que, incluso, funcionan en otras ciudades del país mejorando la vida cotidiana de muchas mujeres en lo relativo al transporte. Hay que darle la voz a las mujeres, en Más Madrid estamos convencidas de que las mejores propuestas y soluciones están en la ciudadanía y, por eso, queremos preguntarles a las madrileñas qué sensación de seguridad tienen en los transportes y cómo se pueden sentir más libres para moverse por nuestras ciudades y nuestra región, qué necesitan, qué les preocupa y cómo lo solucionamos. Para ello, es imprescindible un estudio amplio y de fondo que cuente con la opinión de las mujeres, un gobierno regional que, por primera vez, pregunte y escuche honestamente a sus ciudadanas, sus preocupaciones y sus propuestas. Porque, como dice el feminismo, "la calle y la noche también son nuestras" y sabemos que, para hacer eso realidad, tenemos que pensar qué transportes y qué políticas de movilidad nos hacen más libres a todos y también a todas.