HELENA RESANO. PERIODISTA
OPINIÓN

Carta al refugiado, 'you are a person, not us' (tú eres persona, nosotros no)

HELENA RESANO
HELENA RESANO
HELENA RESANO
HELENA RESANO

Supongo que la palabra decepcionante se te queda corta. Supongo que, a estas alturas, nos miras sin entender nada, con una mirada tan fría como están tus manos y tus pies ahora mismo. Supongo que ya no hay sitio para el odio. Llevas meses huyendo precisamente de él y creías que llegabas al no va más de la convivencia. Pero te equivocaste, eso ya lo has descubierto hace mucho tiempo. Aquí no hay guerras, es verdad, pero hay indiferencia y eso es mucho peor. Lo estás comprobando.

Cada noche arropo a mis hijos como si fuesen a dormir en el polo norte. Me preocupa que se destapen en mitad de la noche y que se constipen. Así que imagino tu angustia por lograr que, al menos durante un rato, tus hijos dejen de tiritar. A ti te he visto andando con sandalias a las afueras de Belgrado. Con el suelo cubierto de nieve. Pero tus pies no importan: deambulas buscando comida y buscando algo que quemar en la hoguera. Hace tanto frío estos días (te han dicho que durante la noche los termómetros marcan 13 grados negativos, pero no tienes forma de comprobarlo; pasas mucho frío, es lo único que sabes) que improvisas hogueras en naves abandonadas o junto a la tienda de campaña. La leña hace tiempo que se acabó y estás usando todo lo que encuentras para alimentar ese fuego, esa llama que os logra templar algo. Quemas plásticos, bidones... lo que encuentres. Los cooperantes te han recomendado que no lo hagas, porque ese humo es tóxico y te está provocando problemas respiratorios. ¡Pero hace tanto frío!

Quiero decirte que he leído tu mensaje en el muro: "I am a person too" ("Yo también soy persona"). No sé si lo has escrito para que te leamos o para recordártelo a ti y a tus hijos cada mañana, cuando te despiertas creyendo que ya no puedes más. Porque malvivir así te desprende de todo: si el mundo, si Europa te desprecia de esta forma, si te trata con tanta indiferencia, ¿yo qué soy? Lo has escrito en letras bien grandes para recordártelo a ti y recordárselo a quienes hacen como que no te ven.

Sí, tú eres como yo. Tienes el mismo derecho a buscar un futuro mejor para los tuyos. A encontrar ese lugar en el que sentirte seguro. Y quiero que sepas que te veo, que te veo y que te leo. Y me avergüenzo de verte y leerte desde la indiferencia de mi mundo. Ya no hablamos de ti, ni de los otros seis mil como tú que esperan en las afueras de Belgrado, o los siete mil que pasan frío estos días en los campamentos de Grecia. La nieve, el invierno, nos han recordado que seguís ahí, esperando, esperando a que abramos los ojos y abramos las fronteras. Y mientras esperamos, van pasando esas imágenes de vosotros envueltos en mantas grises. Intentando entrar en calor, esperando en una larga cola que recuerdan demasiado a las de otro invierno de hace 70 años.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento