El empresario que firmó el contrato para la cesión de amarres a Trapsayates asegura que se lo entregaron ya "negociado"

El que fuera apoderado de la empresa Teinver, filial del grupo Trapsayates, Pedro Carmelo Hernández, quien firmó el contrato por el que el Club Marítimo de Maó debía ceder de forma presuntamente irregular a su empresa 13.500 euros y tres amarres valorados en 4,5 millones de euros, ha asegurado ante el juez instructor del caso Mar Blau que le entregaron las cláusulas ya negociadas y, por tanto, no intervino en su redacción como tampoco realizó indicación alguna.

El que fuera apoderado de la empresa Teinver, filial del grupo Trapsayates, Pedro Carmelo Hernández, quien firmó el contrato por el que el Club Marítimo de Maó debía ceder de forma presuntamente irregular a su empresa 13.500 euros y tres amarres valorados en 4,5 millones de euros, ha asegurado ante el juez instructor del caso Mar Blau que le entregaron las cláusulas ya negociadas y, por tanto, no intervino en su redacción como tampoco realizó indicación alguna.

"No tenía relación con Trapsayates y ni siquiera sé qué es un amarre", ha manifestado incluso el empresario durante su declaración como imputado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 8, Antoni Rotger, en la que se ha desvinculado de este modo de las supuestas irregularidades cometidas durante el concurso de adjudicación de amarres en el Port de Maó y que, según las investigaciones, iban dirigidas a alterar el resultado de esta convocatoria.

En su comparecencia, el encausado ha incidido en que, pese a leerlo y estampar su firma en él, no valoró el contrato que suscribió en octubre de 2005. En él se alcanzaba un acuerdo con el Club Marítimo de Maó para que éste, pese a haber quedado segundo en el concurso, resultase ganador al margen del dictamen de la mesa de contratación, a cambio de ceder a Trapsa -si renunciaba a la adjudicación- tres amarres de tres metros de eslora y 13.526 euros más IVA, lo que quedaba establecido en la cláusula tercera del contrato.

Tal y como ha recalcado al respecto, desconocía que esta cláusula fuese ilegal y consideraba que era "perfectamente correcta", al tiempo que ha apuntado que fue el entonces consejero delegado de Trapsa, Juan Manuel Domínguez, quien le entregó el contrato ya redactado para su firma. Hernández ha defendido incluso que el contrato era "útil y beneficioso" para Teinver.

Tal y como consta en uno de los oficios incluidos en el sumario del caso, fue el ex presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), Juan Verger, quien propuso esta solución al presidente del Club Marítimo de Maó, Luis Barca, a fin de evitar que su oferta quedase en segundo lugar del concurso y que Trapsa renunciase a la primera posición en que había quedado, a cambio de recibir como contrapartida el dinero y los amarres.

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