Varias organizaciones gallegas de beneficencia han pedido la colaboración de las empresas y particulares de la comunidad para mantener su labor, debido a que han observado una "caída de aportaciones de las cajas de ahorro y las administraciones públicas" en el último lustro.

Las entidades, entre las que se encuentran las cocinas económicas de Ferrol, Santiago y A Coruña, el Hospital-Asilo Nuestra Señora de los Ángeles de Ribadavia (Ourense) y la asociación Renacer, han señalado que durante los últimos cinco años, ha aumentado el número de demandantes de ayuda debido a la crisis económica, a la vez que se reducía la aportación de las administraciones.

Además, estas asociaciones han señalado que, con el aumento de demandantes de ayuda, se han incrementado las necesidades de infraestructura y personal, y, en paralelo, han subido los precios de electricidad y combustible.

El tesorero de la cocina económica de A Coruña, Emilio Suárez Fernández, ha explicado que se produjo un cambio en el perfil de las personas a las que atienden: a los excluidos por adicciones al alcohol o a las drogas se han unido individuos de más de cincuenta años que se han quedado sin trabajo. Asimismo, hay familias que perdieron su vivienda "por no poder pagar la hipoteca o el alquiler" y parados que han agotado "todas las prestaciones sociales".

Suárez ha afirmado también que "se han dejado de realizar labores de trabajo social" en sus instalaciones, y que, a raíz de ello, "ha sido necesario asumir el coste del personal". A este efecto, ha apuntado la posibilidad de emplear a los propios usuarios de beneficencia para realizar labores sociales, una iniciativa que, según él, permitiría aprovechar su "capital humano" y tiene precedentes en otros países europeos.

Asimismo, el gerente de la Fundación Hospital-Asilo Nuestra Señora de los Ángeles, Bernardo Dávila, ha denunciado que su organización, que se dedica desde hace tres décadas al cuidado de ancianos y la ayuda esporádica a colectivos excluidos, podría verse obligada a convertirse en una residencia convencional si no recibe donativos para mantenerse.

Incremento de donativos privados

El representante de la cocina económica coruñesa ha afirmado que, pese al descenso de la ayuda pública, se ha constatado una "importante concienciación social" que ha incrementado las aportaciones privadas.

Suárez ha destacado la labor de jóvenes en torno a los 17 y 18 años, que tienen "espíritu de conocer otras realidades". En algunos casos, según el tesorero, estos jóvenes empezaron a colaborar con la cocina económica "como un castigo, pero han seguido una vez terminado éste".

Convenio con eroski

Durante el encuentro, las entidades han firmado un convenio de colaboración con la distribuidora Vegalsa-Eroski, por el que esta empresa aportará, durante el año 2011, suministros de comida y productos de higiene a estas asociaciones.

El director de relaciones institucionales de la empresa, Javier González Sampedro, ha señalado que su compañía "prefiere aportar alimentos que dinero" y ha recalcado la importancia de que la colaboración con las asociaciones benéficas tenga lugar de forma "regular y permanente, para que las entidades sepan con lo que pueden contar".