Si se elaborase una lista con los discos más representativos de la década pasada, pocos dejarían fuera a Is This It, el debut de The Strokes. Y de hacerlo, sería por puro esnobismo. Al fin y al cabo, su éxito abrió la puerta a toda una generación de grupos que, aunque no inventaban nada, consiguieron volver a poner de moda el rock.

Hoy las cosas han cambiado. En 2007, tras dos discos que no lograron alcanzar la frescura de su debut (Room on Fire, editado en 2003, y First Impressions of Earth, de 2006), la banda anunció una ruptura temporal. Varios de sus miembros aprovecharon entonces para embarcarse en sendas aventuras en solitario que apenas pasaron de lo anecdótico. Ahora, concluido ese periodo de reflexión, la banda neoyorquina vuelve con Angles (Ángulos).

Descrito como "una vuelta a los orígenes", el cuarto trabajo del grupo liderado por Julian Casablancas es en realidad una suma de la personalidad de cada uno de sus componentes. Hay, efectivamente, retazos del rock sencillo y pegadizo que los llevó a la cumbre (su primer single, Under Cover of Darkness, así lo atestigua), pero también arrebatos de dub (como la inicial Machu Pichi), experimentación (You’re So Right) o sintetizadores (Games). El resultado del conjunto, tan anguloso como su nombre indica, ha dividido a sus fans. Porque a pesar de que el álbum sale esta semana, ellos ya lo han escuchado.

Como ocurre con tantos discos hoy en día, Angles se filtró en Internet antes de tiempo. El grupo decidió entonces ofrecerlo gratuitamente en streaming. También han salido a la luz las dificultades del proceso de grabación e incluso las diferencias entre los miembros del grupo.

Nadie sabe qué depara el futuro a The Strokes. Pero aunque pocos se refieran ya a ellos como "los salvadores del rock", como se llegó a decir hace una década, su habilidad para fabricar melodías con gancho sigue gozando de buena salud.