El Servicio de Ayuda a Domicilio del Ayuntamiento de Camargo cuenta con 138 usuarios, que en el año 2010 recibieron atención durante un total de 37.547 horas.

La concejala de Servicios Sociales, Jennifer Gómez, ha destacado que Camargo es uno de los municipios de Cantabria que ofrece una mayor cobertura en atención domiciliaria, con una media del 8% de la población que representa prácticamente el doble de la media regional.

La concejala recuerda que el Ayuntamiento ha ampliado recientemente las prestaciones del Servicio Municipal de Atención Domiciliaria con la incorporación de dos nuevos servicios de peluquería y podología que, con carácter totalmente gratuito, están a disposición de aquellas usuarias y usuarios que se encuentren obligados a estar en cama por distintos motivos.

El Servicio de Atención Domiciliaria del Ayuntamiento de Camargo es el único de Cantabria que ofrece estos servicios gratuitos de peluquería y podología.

Nuevas prestaciones, según añadió la concejala, que contribuyen a mejorar la calidad de vida y bienestar de las personas dependientes.

El Servicio de Ayuda a Domicilio pretende facilitar a las personas mayores, discapacitadas o enfermas, en su propio entorno de convivencia, una serie de atenciones y apoyos que pueden ser de carácter personal, doméstico, psicológico, social, educativo, rehabilitador o técnico, para la mejor realización de las actividades cotidianas imprescindibles para el normal desarrollo de la vida diaria.

De esta forma, se trata de evitar internamientos innecesarios y prevenir situaciones de crisis personal o familiar, a la vez que se procura proporcionar elementos formativos a las familias, apoyar a la persona cuidadora, y estimular los niveles de autonomía personal del usuario del SAD en su medio habitual, favoreciendo la convivencia y participación en la vida comunitaria.

La concejala recordó que tanto el SAD como los apartamentos tutelados son gestionados por la empresa Solidaridad Familiar y están subvencionados por la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Cantabria.

En ambos casos las solicitudes se tramitan ante la Concejalía de Servicios Sociales, ubicada en la Casa Altamira.

El servicio de atención domiciliaria es atendido por 24 auxiliares, el 100% mujeres, con una edad media de 35 años y formación sanitaria.

La media de horas prestadas a cada usuario asciende a cinco semanales aproximadamente.

Casi un 77% de los usuarios son mujeres, mientras que tan solo el 23,2% son hombres.

Por rangos de edad, 24 tienen más de 90 años, 65 más de 80 años y 25 más de 70 años.

Por estado civil, el 70% de los usuarios del SAD son viudos, el 23% están casados y el 7% solteros.

El número de usuarios y de horas prestadas se ha mantenido estable durante todo el año 2010, debido a la fluctuación entre bajas y nuevas altas.

El 40% de las bajas responden a causas temporales como ingresos hospitalarios o traslado temporal a casa de un familiar), el 20% a fallecimientos, otro 35% son bajas de usuarios que pasan a ser atendidos por la Ley de Dependencia, y el 5% restante se producen por ingreso en centro residencial.

En un 35% de los casos, las auxiliares de ayuda a domicilio realizan solamente tareas de atención personal, tratándose por lo general de personas no válidas que conviven con el cónyuge o con algún familiar.

En más de un 45% de los casos los servicios que más se prestan son de acondicionamiento doméstico, combinados a veces con elaboración de comida, debido a que hay un porcentaje importante de usuarios que viven solos o con su cónyuge en el domicilio y que pese a ser personas válidas, su deterioro físico les limita para realizar actividades cotidianas de la vida diaria, especialmente las que implican cargar peso o esfuerzo físico.

Un 15% son tareas combinadas de atención personal y mantenimiento del hogar, y el resto son tareas psicosociales.

En este caso los destinatarios suelen ser personas que necesitan un cuidado especial debido a su dependencia o estado psicosocial.

La concejala destacó que estas tareas de acompañamiento cumplen un doble objetivo, ya que al mismo tiempo se presta un servicio de alivio familiar a las personas que conviven con ellos en el domicilio.