El TSJC avala la protección de las estructuras militares de la Picota y rechaza el recurso de los afectados

La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha avalado la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de las estructuras militares del monte Picota, en Piélagos, y ha rechazado el recurso que habían planteado, entre otros, la asociación de afectados y el concejal Lorenzo López Hoyuela, de la Agrupación de Vecinos Independiente de Piélagos.

La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha avalado la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de las estructuras militares del monte Picota, en Piélagos, y ha rechazado el recurso que habían planteado, entre otros, la asociación de afectados y el concejal Lorenzo López Hoyuela, de la Agrupación de Vecinos Independiente de Piélagos.

Así se acuerda en una sentencia, conocida este miércoles, en la que la sala recalca que la declaración como Bien de Interés Cultural siguió un "completo expediente administrativo" y recibió el respaldo de distintas instituciones, incluidos el Museo de Prehistoria y Arqueología y la Comisión Técnica de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico.

Los afectados alegaban que las estructuras militares existentes en el monte tienen un "nulo valor arqueológico" y aseguraban que su consideración como BIC se debía a "razones políticas", pero, según apunta la sentencia, sin realizar "mayores precisiones".

Frente a esa "parca" argumentación de los recurrentes, el TSJC contrapone el "completo" expediente seguido para la declaración como Bien de Interés Cultural, en el que intervinieron y emitieron informes favorables diversas instituciones de la Comunidad Autónoma.

Así, destaca que la declaración tiene el respaldo de la Comisión Técnica de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, en la que están presentes la administración regional, la Federación de Municipios, el Colegio de Arquitectos y dos personas de reconocido prestigio en el ámbito del patrimonio edificado, lo cual, en opinión de la sala, "ofrece garantías de imparcialidad, objetividad y certeza" en su dictamen.

La declaración contó asimismo con informe favorable del Centro de Estudios Montañeses, el Museo de Prehistoria y Arqueología y el historiador José Ángel Hierro Gárate.

De hecho, este último, puso de manifiesto que las trincheras y nidos construidos en el monte "constituyen un conjunto excepcional de elevado interés arqueológico, como ejemplo de arquitectura militar contemporánea", y "precisan de una figura de protección que evite su desaparición y garantice su disfrute por parte de los ciudadanos".

La conclusión de los distintos organismos participantes en el proceso es que las estructuras militares del monte Picota representan un "ejemplo excepcional de arquitectura militar contemporánea" y resultan "de interés histórico", puesto que se construyeron en el año 1937, durante la Guerra Civil española y "con previsiones, no cumplidas, de constituir un punto de defensa estratégica durante la Segunda Guerra Mundial".

Se trata, en total, de 21 búnkers o posiciones ametralladoras y trincheras que conforman un "conjunto de ingeniería militar único" en Cantabria, lo que, según indica la sentencia, justifica su declaración de Bien de Interés Cultural en la categoría de zona arqueológica. Y en consecuencia, el TSJC rechaza el recurso de los afectados.

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