La Unión General de Trabajadores (UGT), ha denunciado que las tres patronales de limpieza con representación en la provincia de Guadalajara, ASPEL, APELG y AES, han decidido "plantarse y negarse" a firmar la revisión de las tablas salariales para 2011, que supondría la subida de un 3,3 por ciento en "unos de los salarios más bajos de toda España".

En un comunicado, UGT ha recordado que el convenio colectivo —firmado y publicado el 23 de Julio de 2010 en el BOP para tres años— tiene rango de ley y es de obligatorio cumplimiento, por lo que, ha señalado, tras intentar una mediación "inútil" con la patronal, ha decidido denunciar el incumplimiento de lo pactado.

"La patronal de Guadalajara en Limpieza de Edificios y Locales parece tener las cosas muy claras, si bien en el año 2010 si aplicaron la subida salarial, correspondiente a un uno por ciento, este año, que la subida salarial será de un 3,3 por ciento, han decidido plantarse y pedir que se renegocie un convenio colectivo provincial que estaba firmado para tres años", ha criticado el sindicato.

UGT ha afirmado que cuando la subida de los salarios que está sujeta al incremento del Índice de Precios al Consumo (IPC), "les ha sido favorable y no han tenido ningún problema en aplicarlo", pero ahora que el IPC es más alto "se niegan a pagar y piden renegociar el convenio", lo que han calificado de "insólito", porque "no se puede firmar un acuerdo y pedir su renegociación en el momento en que no nos conviene".

Así, al organización sindical ha expresado que "resultaba patético" ver a la representación de las tres patronales de la limpieza alcarreña dando a conocer en la mediación del Jurado Arbitral Laboral de Castilla-La Mancha, realizada el 11 de marzo, "sus rocambolescos argumentos para dar una vuelta de tuerca más a los baqueteados sueldos de unas trabajadores que pertenecen a subcontratas y que en la mayoría de los casos tienen contratos de tiempo parcial".

La Federación de Servicios de UGT considera que este capítulo "no se puede consentir, que la patronal no puede decidir alegremente, como en el siglo XIX, si decide aplicar la subida pactada y firmada con los trabajadores", y ha lamentado que "tengan que ser los tribunales los que tengan que explicar a las patronales que en España ya no se pueden hacer este tipo de cosas".