El fiscal pide 3 años de cárcel para los agentes acusados de la muerte en un avión de un ciudadano nigeriano en 2007

El fiscal solicita tres años de prisión y otros tres de inhabilitación para el ejercicio de su profesión a los dos agentes del Cuerpo Nacional de la Policía que en junio de 2007 custodiaban a un ciudadano nigeriano, Osamuyi Aikpitanyi, que falleció en un vuelo cuando era deportado a Lagos (Nigeria) desde el Aeropuerto de Barajas.

El juicio se celebra este miércoles y el jueves en la Sección VII de la Audiencia Provincial, con sede en Elche (Alicante). En sus calificaciones provisionales, el ministerio público considera constatado que los dos agentes, adscritos a la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Madrid, ante la resistencia del ciudadano nigeriano a ser trasladado a su país, le colocaron cinta adhesiva alrededor de la cabeza, "tapándole la boca, impidiendo sobremanera" que pudiera respirar.

Además, en su escrito resalta que no existía "protocolo u orden alguna que permitiera su uso en este tipo de actuaciones policiales, máxime dado el estado de alta agitación en el que se encontraba el súbdito nigeriano".

La situación de "gran esfuerzo" y "agitación" y "su consecuente falta de oxigeno, unida a la oclusión de una de las vías respiratorias", provocó, según consta en las calificaciones provisionales del fiscal, el fallecimiento de la víctima, que tenía 23 años de edad.

El avión tuvo que aterrizar de emergencia en el Aeropuerto de El Altet para que la víctima fuera atendida, aunque ya había fallecido. Osamuyi Aikpitanyi murió como consecuencia de "una parada respiratoria secundaria" y "asfixia por sofocación".

En el relato de hechos, el escrito judicial explica que era el tercer intento de expulsión del ciudadano nigeriano y que en los dos anteriores, la agresividad del mismo, provocó que los agentes desistieran en el intento.

"a toda costa"

Sin embargo, el 9 de junio de 2007, los dos agentes acusados, "ambos con experiencia en este tipo de actuaciones", procedieron a intentar ejecutar la orden de expulsión "a toda costa".

Así, añade que ya en el traslado desde el Centro de Internamiento en el que se encontraba el ciudadano nigeriano hasta el Aeropuerto de Barajas, la víctima se opuso "tenazmente", lo que llevó a los agentes a inmovilizarlo con cinta adhesiva "que colocaron alrededor de sus brazos y piernas".

Fue trasladado, de este modo, a la sala de espera del aeropuerto madrileño, donde permaneció dos horas antes de embarcar en un vuelo de la compañía Iberia con destino a Lagos. Cuando era trasladado al avión, los agentes colocaron más cinta adhesiva, en este caso en la cabeza, tapándole la boca.

Osamuyi Aikpitanyi fue reducido y subido al avión con la ayuda de otros agentes. Pasados entre 30 y 40 minutos desde el despegue de la aeronave, cuando ésta sobrevolaba Argel, los agentes se percataron de la situación de la víctima, por lo que el Comandante del avión decidió aterrizar en el Aeropuerto de Alicante.

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