La industria nuclear española dice que la catástrofe de Japón demuestra que las centrales soportan terremotos y tsunamis

La presidenta del Foro de la Industria Nuclear española, María Teresa Domínguez, ha destacado que después de lo ocurrido en Japón, se puede decir que las centrales "tienen una gran fortaleza", ya que han soportado un terremoto de 9 grados de magnitud en la escala Richter, un 'tsunami' y 60 réplicas, aunque ha adelantado que a nivel mundial habrá "una revisión en su conjunto" sobre todo sobre las condiciones de los emplazamientos.
La presidenta del Foro Nuclear, María Teresa Domínguez, defiende el comportamien
La presidenta del Foro Nuclear, María Teresa Domínguez, defiende el comportamien
FORO NUCLEAR /EP
La presidenta del Foro Nuclear, María Teresa Domínguez, defiende el comportamien

La presidenta del Foro de la Industria Nuclear española, María Teresa Domínguez, ha destacado que después de lo ocurrido en Japón, se puede decir que las centrales "tienen una gran fortaleza", ya que han soportado un terremoto de 9 grados de magnitud en la escala Richter, un 'tsunami' y 60 réplicas, aunque ha adelantado que a nivel mundial habrá "una revisión en su conjunto" sobre todo sobre las condiciones de los emplazamientos.

Domínguez ha ofrecido una rueda de prensa para explicar la situación actual de Japón, donde el viernes se registró un terremoto de 9 grados en la Escala Ricther que ha provocado un accidente nuclear en grado IV, de acuerdo a la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES, por sus siglas en inglés) que define los accidentes que tienen consecuencias de alcance local.

Así, ha explicado que Fukushima es una central que consta de 3 reactores que en el momento del seísmo estaban en operación, otros tres que estaban en parada y dos más que están en construcción. Los tres que estaban operando el viernes sen de agua en ebullición, al igual que el de la central burgalesa de Santa María de Garoña, aunque Domínguez señala que "no se pueden comparar" porque las condiciones dependen del emplazamiento, de si son refrigeradas con agua de mar o de un río, de la morfología de su suelo, entre otras cuestiones. "Todas las centrales están diseñadas para soportar esto", ha afirmado.

En ese sentido, ha explicado que en un proyecto de construcción de central nuclear, la selección del emplazamiento debe incluir una investigación del suelo, de su sismicidad, de las inundaciones, es decir, un estudio de todas las condiciones dependientes del emplazamiento.

Asimismo, ha precisado que la central japonesa se ha comportado adecuadamente porque, mientras en una operación normal el calor va a la turbina del reactor, se refrigera y vuelve al reactor, en esta situación de accidente IV lo primero fue la parada del reactor, seguida de la introducción de las barras de control, a la que sigue la el fin de la reacción de fusión.

Queda el 7%

De energía en el reactor

De este modo, según ha agregado, lo que queda es calor residual, que tiene que ser evacuado pero, ha asegurado que cuando el reactor para, "sólo queda dentro del mismo un 7 por ciento de la energía" respecto a cuando está en operación". "Esta es una situación privilegiada porque el terremoto de nueve grados en la escala Richter no impidió la parada de la central", ha valorado.

Respecto a la radiactividad que se registra en el emplazamiento de Fukishima, ha apuntado que a las 02.05 horas de este lunes, la tasa dosis es de 66,3 microsievert hora, siendo el límite de dosis admisible para el público 1.000 microsievert al año, unas dosis que se consideran dentro de lo normal. "Si hubiera radiaciones al exterior el accidente aumentaría a grado V", ha acotado.

Por otro lado, Domínguez ha dicho que cuando fallan los sistemas, lo primero es una evacuación "ordenada" por radio de 3, 5, 10 o 20 kilómetros, para que no se produzca "pánico ni emergencia" y ha valorado que, en esta ocasión, la evacuación se ha hecho "perfectamente". En todo caso, lo más importante en este momento es mantener el nivel de refrigeración del núcleo del reactor para poder sacar ese 7 por ciento restante de energía en su interior.

El hidrógeno puede estallar

En ese sentido, ha manifestado que según las últimas actualizaciones en este momento queda un 0,05% del calor residual del reactor, una vez que está parado, un nivel que es 2.000 veces menor que el calor residual que cuando la unidad 1 estaba en operación. Igualmente, ha agregado que para seguir enfriando la central se está inyectando agua de mar con boro y, al tiempo, realizando una serie de purgas controladas en la contención para evitar que la parte interior se presurice tanto que pueda estallar. "Esto se está consiguiendo y el tiempo va a nuestro favor", ha aseverado, aunque en estas purgas lo que sale al exterior es hidrógeno (que es explosivo) y vapor de agua, por lo que se puede llegar a una explosión de hidrógeno que "no tiene radiactividad".

En cuanto a las partículas que están saliendo al exterior, ha reconocido que en el proceso de funcionamiento de las centrales hay "cierta contaminación en el circuito primario" y que es esta la que está saliendo al exterior aunque ha insistido en que "muy por debajo de los límites permisibles" con el objetivo de que el impacto sea "nulo".

"La conclusión es que el es escenario tan complicado se está controlando dentro de los límites admisibles y de seguridad", ha subrayado Domínguez que ha defendido que el "debate nuclear" no puede ser desfavorable tras la situación de Japón sino "lo contrario" porque todas las plantas han parado y soportado el terremoto. A su juicio, "si alguien se aprovecha de esto está haciendo un mal a la sociedad".

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