Más de 760 personas se beneficiaron de ayudas concedidas por la Consellería do Mar a la flota pesquera durante 2010, para lo cual el departamento que dirige Rosa Quintana ha destinado 55.942.345 euros, con el objetivo de fomentar las inversiones que recoge el Fondeo Europeo de Pesca (FEP).

Estas aportaciones se dirigen a la paralización definitiva, a realizar proyectos pilotos, inversiones a bordo de buques pesqueros, y sufragar el cierre de pesquerías como las del bocarte en 2010, y son también las de carácter socioeconómico.

De entre estas ayudas, la Xunta destaca la escasa demanda de las socioeconómicas de prima no renovable, que tienen como objetivo "no dejar desamparados a los tripulantes que perdieron su empleo por la paralización de la flota". De hecho, sólo fueron solicitadas por un 16 por ciento, es decir, de los 403 afectados por la paralización definitiva convencional y por los programas de adaptación de la flota, sólo 68 tripulantes presentaron solicitud de ayuda.

Según Mar, estos datos indican que el plan de paralización de la flota se ha realizado de forma "eficaz" y con "alternativas" para la reinserción laboral de los tripulantes afectados por esta medida, que en la mayoría de los casos encontraron otras oportunidades, como la de trabajar en otros buques.

Asimismo, la consellería subraya que las ayudas de paralización definitiva convencional fueron las que recibieron mayor demanda y tienen como objetivo un equilibrio sostenible entre los recursos pesqueros y su explotación mediante la reducción del esfuerzo pesquero. Fueron 22 buques en total los retirados beneficiaros de este tipo de ayudas, cuatro veces más con respecto a años anteriores.

Programas de adaptación

En cuanto a las destinadas a los programas de adaptación de la florta (PAF), adoptadas a petición del sector, un total de 35 buques se beneficiaron de los más de 35 millones de euros que fueron destinados a estas actuaciones.

Por su parte, 261 se beneficiaron de inversiones a bordo de buques pesqueros con más de tres millones de euros y con el objetivo de fomentar la modernización y mejorar aspectos como la seguridad de la flota, las condiciones de trabajo, la calidad e higiene de los productos pesqueros y el rendimiento energético.

Otro tipo de ayudas concedidas fueron las destinadas a sufragar el cierre de la pesquería del bocarte, de las que fueron receptoras 377 personas y para lo que la consellería invirtió más de 400.000 euros.