Exmiembros y adeptos de la 'congregación del Olivo' discrepan sobre la voluntariedad del diezmo

Exmiembros y seguidores de la 'congregación del Olivo' han discrepado este miércoles, durante su declaración en la segunda jornada del juicio contra el líder de la agrupación y once de sus adeptos, al afirmar los primeros que las aportaciones económicas que realizaban --denominadas diezmo-- no se hacían de forma "voluntaria" y al asegurar los adeptos y algunos exintegrantes que estás sí eran libres.

Este miércoles también han declarado, en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Alicante, varios guardias civiles que participaron en la operación 'Diáspora', que concluyó en 2004 con 12 personas detenidas relacionadas con la congregación, entre las que se encontraba su líder, Yehudah L.F., uno de los encausados en este procedimiento.

Uno de los guardias civiles ha indicado que la operación comenzó después de que un menor acudiera al cuartel de la Benemérita de Jávea (Alicante) por "abandono del hogar" y se detectara, a través de su declaración —prestada acompañado de un familiar— que los padres podrían "haber abandonado al hijo" y que detrás de los hechos podría estar "una congregación".

De este modo, la Guardia Civil inició "de oficio" una investigación al "observar indicios de delito" en lo que refería el menor, que les proporcionó el contacto de varios exmiembros de la congregación, quienes corroboraron lo contado por éste.

El testigo ha apuntado que, tras cotejar los extractos bancarios de la congregación con los libros de cuentas intervenidos al tesorero de esta, llegó a la conclusión de que "todo el dinero que se recogía con los diezmos, excepto la hipoteca del local que la congregación tenía en Ondara (Alicante), y sus gastos de luz y agua, iban a parar al líder" de la agrupación, Yehudah L.F. y que los gastos de él y de su familia "eran sufragados por el grupo".

El guardia civil ha señalado que entre 2002 y 2004 la congregación recaudó cerca de 178.000 euros a través de las aportaciones de los acólitos, ya fuera mediante la entrega del 10 por ciento de su salario, con ofrendas, o con el beneficio obtenido mediante la venta de objetos religiosos.

Según el agente, de este dinero, 43.166 euros fueron a parar a Israel, de los cuales, 23.421 euros fueron para la hija de Yehudah L.F. que reside en este país. La defensa sostiene que este dinero se entregó a la hija del líder en concepto de regalo que los miembros de la congregación decidieron hacerle con motivo de su boda.

También destaca el testigo una transferencia bancaria "ordenada por la congregación" en 2003, "cuyo beneficiario era Yehudah L.F.", por valor de 55.165 euros. Al respecto la defensa argumenta que el líder no era el beneficiario, sino que este dinero se envió a una agencia de viajes de Madrid como pago por un viaje a Israel realizado por varios miembros del grupo, y que Yehudah L.F. aparecía en el extracto bancario en el "concepto" de la transferencia y no como beneficiario de la misma.

Aportaciones no voluntarias

Por otro lado, varios de los exmiembros de la 'congregación del Olivo' que han prestado declaración este martes han coincidido en señalar que las aportaciones económicas que realizaban "no eran voluntarias", puesto que en el momento que las hacían eran "creyentes" y se les decía que "si no daban el dinero le estaban robando a dios", por lo que se sentían "presionados" de este modo.

Así mismo, han indicado que en los sermones que se realizaban en la congregación "se pedía habitualmente dinero desde el púlpito" para "sufragar los gastos de la congregación" y "ayudar a los necesitados". También han destacado que el grupo acordó "abonar un sueldo al líder", pero no que "también se le pagaran los gastos".

En este sentido, diversos exmiembros han asegurado que observaron en el líder "un nivel de vida superior al que le correspondería por su sueldo".

Además, han afirmado que realizaban de forma individual con el líder unas 'revisiones de vida', similares a una "confesión", en las que contaban a Yehudah L.F. sus "intimidades", una información que éste luego utilizaba en los sermones para "coaccionarlos y manipularlos" y para que fueran "sumisos".

También han coincidido en su declaración sobre la existencia de un grupo dentro de la congregación denominado 'El Remanente', compuesto por allegados a Yehudah L.F., que han calificado como "su brazo ejecutor" encargado "de manipular al resto del grupo" con la información que obtenía el líder en las 'revisiones de vida' y a través de su "red de información".

Varios testigos han indicado que los miembros de 'El Remanente', junto con el líder de la congregación se reunían con frecuencia "para beber vino, emborracharse y cotillear sobre los demás miembros del grupo".

Distintos exmiembros han destacado que el líder obligaba a los miembros del grupo a "hacer el vacío" a quienes no seguían sus instrucciones o no pagaban el diezmo y que "enfrentaba a familiares" cuando un acólito quería dejar la congregación. En esta línea, han indicado que Yehudah L.F. decía que las personas que abandonaban el grupo o lo querían dejar "eran malos", y los sometía a ese "vacío".

Libertad en la congregación

Por otra parte, varios seguidores de la congregación y exmiembros de la misma, han señalado que en su participación en el grupo siempre han sido "libres" y que no se hacía "ningún vacío a nadie" en el mismo.

También han destacado que "no existen problemas" para abandonar la congregación y que en los sermones se habla "muy poco de dinero". Además, han declarado el hijo de uno de los acusados, y el yerno del líder, ambos pertenecientes en la actualidad a la congregación, quienes han negado que exista en el grupo cualquier tipo de coacción.

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