Los populares han tumbado con sus votos una moción impulsada por el BNG en la que instaba a la Xunta a garantizar "una entidad financiera gallega, con carácter fundacional, obra social y vinculación con el territorio y los sectores productivos del país", que sí contó con el apoyo del PSOE, con cuya interpretación del acuerdo discreparon los otros dos grupos.

Al término de la votación, la diputada socialista María José Caride pidió la palabra para explicar la postura de su grupo y aclaró que, pese a estar en desacuerdo con la exposición de motivos del BNG, la "literalidad" del acuerdo "vale" al PSdeG, al entender que una caja gallega "como socio mayoritario de un banco" es la mejor solución para Galicia".

La explicación de María José Caride causó revuelo en las filas de nacionalistas y populares, que coincidieron en que dicha interpretación no se ajusta a lo que "en realidad" pone el acuerdo. De hecho, el diputado del BNG Fernando Blanco dejó muy claro que lo que su grupo respalda es el actual modelo de cajas.

Por su parte, el parlamentario popular Pedro Puy, muy crítico con la "incoherencia" del PSOE, avanzó desde el primer momento, el rechazo de su grupo a la moción nacionalista por considerar que llevaría a la "frustración" ya que el decreto estatal imposibilita, a su juicio, la pervivencia de las cajas de ahorro tal y como se conocen hasta el momento.

De hecho, el debate que acogió el hemiciclo sirvió este miércoles para plasmar las divergentes posturas sobre Novacaixagalicia y su futuro de los grupos gallegos un día antes de que el pleno del Congreso convalide el decreto de reforma del sistema financiero impulsado por el Gobierno central.

"invasión de competencias"

Para ello sirvió una moción impulsada por el BNG y defendida por el diputado Fernando Blanco, quien avanzó que los nacionalistas votarán en contra del decreto e insistió en que cualquier opción que no pase por garantizar una entidad financiera "gallega con carácter fundacional, obra social y vinculación con el territorio", significará incumplir con el mandato del Parlamento.

Al tiempo, se preguntó qué va a votar el PP en el Congreso y, tras reiterar que el decreto estatal supone "una nueva y clara invasión de competencias", advirtió de que la obligación de la Xunta sería "defenderlas", oponiéndose y recurriendo la norma. "Este decreto es la diferencia entre seguir o no hablando del modelo existente u optando por otros, ya sea a través de un banco, de una fundación o de un SIP", alertó.

Obstáculo "absolutamente insuperable"

Al respecto, el diputado popular Pedro Puy admitió la "coherencia" de los nacionalistas en su defensa "de la pervivencia de las cajas", pero advirtió de que apoyar su moción en los términos en los que fue registrada llevaría "a la frustración" puesto que —alegó— el decreto certifica la "extinción" de las mismas y constituye "un obstáculo absolutamente insuperable".

"Ese decreto es un antipirético que lo que hace es subir la fiebre", ironizó el diputado popular que, tras descartar la vía defendida por el BNG, hizo un llamamiento al PSOE para que "haga un servicio" a Galicia y apoye la vía que defienden tanto la Xunta como el PP, en referencia a una caja evolucionada con un banco asociado.

"opacidad" de la xunta

Por su parte, la parlamentaria socialista María José Caride justificó la necesidad del decreto de reforma del sistema financiero en un contexto en el que se han generado "dudas" sobre la solvencia de la economía española y para "evitar el colapso del crédito".

Además, ha reprobado la "opacidad" de la Xunta en lo que respecta a la información sobre la solvencia de la caja gallega y le ha advertido de que la única fórmula para transmitir "una sensación de normalidad" es actuando "con transparencia". "Queremos una entidad solvente, que dé crédito a las familias y a las empresas", ha sentenciado.