Los familiares de Irene Cortés Lucas, la turista malagueña de 30 años que falleció este pasado miércoles en Barranquilla (Colombia) tras recibir un disparo de un atracador mientras se encontraba en un bar, han anunciado que la repatriación del cadáver se producirá "en las próximas 12 horas".

Juan Antonio Cortés, hermano de la fallecida, ha explicado a Europa Press que la familia ha sido informada este martes de que el féretro con los restos mortales de Irene saldrá de Colombia a lo largo de la próxima noche, por lo que se espera que el cuerpo llegue a España mañana.

Cortés ha confirmado que el funeral de la joven se oficiará en Vélez-Málaga (Málaga), su localidad de residencia, y ha valorado las declaraciones del marido de la víctima, Farid Llinás, quien ha pedido protección para poder volver a España con sus hijos, ya que, según ha asegurado, ha recibido amenazas de la familia, que lo acusa de estar implicado en el crimen.

El hermano de la joven ha vuelto a mostrar la desconfianza de los familiares en el marido de Irene, y ha indicado que "si no quiere venir a España es por algo", aunque ha dejado claro que "aquí no se le va a hacer nada, pues ya bastante tenemos, estamos desesperados y lo primero que queremos es que traigan ya a mi hermana".

Por ello, ha considerado que lo que debe hacer Llinás "es venirse a España y que la justicia española investigue lo que ha pasado, porque lo que está claro es que aquí lo que hay es una muerte", ha subrayado.

Irene Cortés, madre de cinco hijos, nació en Granada, aunque residía en Vélez-Málaga cerca de la barriada de Pueblo Nuevo de la Axarquía, donde vivía el resto de su familia. Regentaba un bar de copas en el núcleo de población de Torre del Mar y, según sus familiares, era la primera vez que viajaba a Colombia.