El secretario general de UGT Extremadura, Francisco Capilla, ha resaltado que lo "prioritario" y "necesario" para Carcesa es que Ruíz-Mateos deje de "mentir" y "engañar" a los trabajadores y a la sociedad, así como que el realice un concurso de acreedores para que administración pública y agentes sociales puedan "al menos" intentar negociar las deudas de la empresa.

Francisco Capilla ha explicado que "así" se lo ha hecho saber al empresario en una reunión mantenida el pasado 2 de febrero en la sede de UGT en Madrid, y ha señalado que el sindicato está convencido de que la situación de Nueva Rumasa "tiene una solución" y "una salida" para el empleo, ya que "no nos podemos permitir el lujo de que se pierda un solo empleo" en Extremadura.

El líder extremeño de UGT ha realizado estas declaraciones, ante los medios, durante la concentración celebrada este sábado en Mérida en apoyo a los afectados por la situación de Nueva Rumasa, en la que según los sindicatos se han reunido unas mil personas, entre trabajadores, colectivos afectados, ciudadanos, políticos y organizaciones agrarias.

Capilla ha manifestado que con esta concentración se solidarizan con los trabajadores de Carcesa y un conjunto de sectores de la actividad extremeña que "están afectados", como agricultores o empresas, entre las que ha destacado a Mivisa, que "puede tener serias dificultades incluso en el sentido de la deuda" que Carcesa ha contraído con ésta, "de en torno a doce millones de euros", ha dicho.

Asimismo, se ha mostrado "indignado" porque estas circunstancias, expedientes de regulación de empleo y concursos de acreedores, se dan en empresas que "no tienen viabilidad", mientras que, ha afirmado, Carcesa es una empresa que "tiene la viabilidad totalmente acentuada" en estos momentos.

El sindicato está convencido de que la empresa es "viable" y de que puede ser "una solución" de futuro, "como lo ha venido siendo en el presente y en el pasado", ha añadido su secretario general.

Francisco Capilla ha concluido que el "problema" que tiene Carcesa es la "gran carga económica" porque los beneficios, sostiene, "han pasado al grupo" y hay una deuda de "más de cien millones de euros", si bien ha resaltado que la factoría aportó 124 millones de euros a Nueva Rumasa a lo largo del año 2010.