Control de climatización: Tan sencillo como instalar termostatos de ambiente programables y válvulas termostáticas de radiador.

Crono-termostatos: Estos aparatos permiten ajustar el funcionamiento de la climatización de nuestra vivienda con programaciones horarias para ajustarlo a nuestras necesidades.

Inalámbricos: Los termostatos inalámbricos nos aportan dos mejoras sustanciales: evitan la tirada de un cableado y permite que, al no ser fijo, podamos transportarlos fácilmente a la habitación donde nos encontremos para tomarla como referencia general de temperatura para toda la casa.

Válvulas termostáticas: Permiten un mayor control sobre la temperatura de cada radiador, teniendo en cuenta las aportaciones de calor inherentes a cada uno de ellos (sol, lámparas, cocina cercana...). Regulan la temperatura del radiador según la temperatura ambiente en función de la posición que le indiquemos. Las distintas posiciones aumentan o disminuyen su exposición al exterior.

Suelo radiante: Consiste en la tirada de unos conductos bajo el suelo que conducen agua caliente. Existen varios dispositivos con distintas modalidades para adaptarse a la forma y superficie de las viviendas.

Sistemas domóticos: Es la mejor y más ecológica de las soluciones, aunque también la más cara. Se trata de un sistema que integra todos los aparatos vistos con un ordenador utilizando tecnología inalámbrica.

Con la colaboración del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE): 914 564 900. www.idae.es