Varios especialistas y técnicos ambientales han defendido este jueves en una jornada formativa celebrada en la Cámara de Comercio de Cantabria que "pequeños cambios" en las metodologías de trabajo en las empresas agroalimentarias pueden "ayudar al medio ambiente y a la vez reducir gastos".

Durante la jornada, estos expertos han explicado la importancia de la implantación de buenas prácticas ambientales y tecnología emergente en las empresas agroalimentarias de Cantabria porque, según han dicho, además de ayudar al medio ambiente "dan un valor añadido y consiguen reducir gastos".

En este sentido, las técnicos de CIMAS Innovación y Medio y Ambiente, Mónica Mañuecos y Lucía Santolaria, han subrayado que con "pequeños cambios" en las metodologías de trabajo se pueden conseguir "grandes resultados" para conseguir empresas sostenibles.

Sin embargo, han recordado que, para ello, "es necesario la implicación de la dirección de las empresa y de todos los trabajadores", según ha informado en un comunicado la Cámara de Comercio de Cantabria.

Ambas especialistas han informado a los empresarios asistentes los principales impactos ambientales que se generan dentro del sector agroalimentario de Cantabria y que, según han dicho, suelen estar relacionados con el consumo de agua y de energía y el tratamiento de aguas residuales.

Los asistentes a la jornada han recibido un listado de las oportunidades de prevención de la contaminación y mejoras técnicas disponibles que existen y que pueden ayudar a conseguir un mejor comportamiento ambiental.

Concretamente, en el caso de la industria láctea, han recomendado controlar la recepción de las materias primas, reducir las perdidas de la leche, evitar el vertido del lactosuero, utilizar tecnologías de aprovechamiento de aguas residuales o sistemas de limpiezas descentralizados, entre otras medidas.

Para el sector conservero, han resaltado la importancia de minimizar el consumo de agua en la limpieza del producto, ajustar la dosificación de la sal o llevar a cabo una valorización de los restos de pescado para transformarlo en harinas.

Guía de buenas prácticas ambientales

Estas recomendaciones que han presentado las especialistas en la jornada, inaugurada por el director de Industria, Innovación y Medio Ambiente de la Cámara de Cantabria, Martín Silván, están incluidas en la Guía de Buenas Prácticas Ambientales para las empresas agroalimentarias regionales elaborada dentro del proyecto European Regional Environmental Services Platform (EURESP), auspiciado por la Comisión Europea y liderado por la Cámara de Comercio de Cantabria.

El manual, que abarca el mercado verde entre empresas e incluye preguntas y soluciones sobre los principales problemas medioambientales que preocupan a las empresas, está disponible en la página web del proyecto www.euresp.net.

Durante la inauguración, Martín Silván ha destacado que la UE ha querido "dar importancia" a la prevención de la contaminación en las empresas agroalimentarias ya que se trata, según ha dicho, de un sector "que no se ajusta a las buenas prácticas ambientales".

Por este motivo, ha animado a los empresarios a apostar por las nuevas medidas para reducir el impacto ambiental en sus empresas.

Además, ha recordado que la Cámara de Comercio de Cantabria realiza de manera gratuita diagnósticos ambientales para que conozcan la situación inicial en la que se encuentra la empresa, algo de gran relevancia para poder empezar a actuar.

Residuos convertidos en subproductos rentables

Durante la acción formativa, un técnico ambiental de Ekonek, Aritz Lekuana, ha explicado a los asistentes la existencia de tecnología innovadora que permite que los residuos contaminantes generados por las empresas agroalimentarias puedan transformarse en "subproductos rentables".

En este sentido, ha hecho referencia a tres nuevas técnicas emergentes para conseguirlo, denominadas 'Pulse Combustion Drying', 'Spouted Fluid Bed Drying' y 'Sepamatic', que permiten transformar residuos líquidos o texturas pastosas en productos en polvo o en forma granulada, que pueden comercializarse en nuevos mercados.