La presidenta del Partido Popular de Gran Canaria y portavoz del Grupo Popular en el Parlamento de Canarias, Australia Navarro, aseguró este jueves que "Coalición Canaria es tan culpable como los socialistas y NC del retraso de la llegada del gas natural a la isla de Gran Canaria". "Los nacionalistas deben explicar a los grancanarios su nula influencia ante el Gobierno de Zapatero en los temas clave para la isla", señaló la dirigente popular.

"No puede ser —añadió en un comunicado— que la insolidaridad del PSOE y sus socios de NC, con el consentimiento de Coalición Canaria en Madrid, lleven toda esta legislatura dilatando y poniendo piedras en el camino a la llegada del gas natural. Un retraso injustificable con un coste importante para Gran Canaria".

De esta manera, Navarro pidió a los dirigentes nacionalistas de Gran Canaria que en este asunto no intenten eludir sus responsabilidades extendiendo una cortina de humo y culpando al PSOE cuando lo que tienen que hacer es explicar claramente de qué han servido estos dos años de apoyo incondicional al Gobierno de Rodríguez Zapatero".

"Les gusta presumir de que han sido protagonistas en Madrid y luego, a la hora de la verdad, resulta que todos los temas verdaderamente importantes para el archipiélago siguen empantanados y en lista de espera", añadió.

Así, no dudó en reconocer el protagonismo de CC en la política nacional "desde luego, dijo, han sido decisivos para mantener en el poder al presidente de Gobierno responsable de los mayores recortes sociales de la historia democrática de este país pero no para influir en los asuntos realmente trascendentales para Canarias como la llegada del gas, los incumplimientos del Plan Canarias, del REF o el maltrato presupuestario al que, año tras año, someten los socialistas a la islas con el beneplácito de Coalición Canaria".

Finalmente, la portavoz del PP recordó que la implantación del gas natural en el archipiélago permitiría reducir las emisiones de CO2 en un millón de toneladas, que la construcción de la planta en Gran Canaria supondría una inversión directa de unos 300 millones de euros, además de los empleos directos e indirectos que generaría la construcción y puesta en marcha de la planta. "Puestos de trabajo que, en estos momentos, Gran Canaria no está en condiciones de desperdiciar", concluyó.