Llevado por inoportuno optimismo creo que los cronistas futuros dirán, como aquel dramaturgo francés, que nunca hubo guerra de Troya, que todo fue uno de esos miedos de nuestro tiempo, tan dado a estremecerse con la anticipación de peligros, que suelen ser muy distintos de los que finalmente se presentan. Las autoridades competentes de nuestra región han desdeñado las precauciones tomadas por Esperanza Aguirre y, teniendo en cuenta que somos la más extensa región de Europa, salvarán del encierro a nuestras aves de corral, despreciando el peligro de que confraternicen con los elegantes cisnes nórdicos que pudieran presentarse; suponemos que apoyándose en el parecer de expertos veterinarios.