Los policías que testificaron ayer en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial contra Fernando P. S., el presunto parricida de Leganés, aseguraron que el imputado intentó escribir con sangre la palabra perdón (dejó escrito «per») en la pared de la habitación en la que se halló el cadáver de su hijo pequeño, de 3 años.