Un funcionario de la Generalitat podrá disfrutar de un permiso de paternidad de cuatro semanas, después de que un juzgado de Barcelona le haya reconocido por primera vez este derecho, según UGT. La Conselleria de Justícia, donde trabaja el hombre, le denegó la licencia porque todavía no se ha desplegado el articulado de la Ley de Conciliación, aprobada por el Govern en 2004, pero pendiente del trámite del Parlament.
Basándose en esa «previsión legislativa tan clara y concreta», el juzgado entiende que no se puede pedir al funcionario que «espere indefinidamente a disfrutar del derecho de familia», es decir, cuando su bebé ya sea demasiado mayor.
En el primer mes de vida
La sentencia impone al funcionario que coja el mes de permiso en las cuatro semanas siguientes al día de nacimiento. En cambio, la normativa que ha impulsado la Conselleria de Governació contempla que la baja del padre se sumará tras las 16 semanas de la madre. La ley sólo beneficiará a los 230.000 funcionarios públicos.
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