En este sentido, las mismas fuentes han precisado que, en las últimas semanas, se habían recibido seis denuncias de familiares por el presunto 'robo' de bebés llevado a cabo entre 1960 y 1980 en distintos hospitales de Sevilla, tras lo cual se abrieron sendas diligencias de investigación al objeto de dilucidar si los menores realmente fallecieron o se dieron a otras familias.

Pues bien, a estas seis denuncias se han sumado los 13 casos remitidos por la Fiscalía General del Estado, y que forman parte de la demanda colectiva —que agrupaba a más de 200 afectados— interpuesta en el mes de enero por la Asociación Nacional por Adopciones Irregulares (Anadir). No obstante, el departamento dirigido por Cándido Conde-Pumpido rechazó abrir una causa general para investigar estos casos e instó a los demandantes a presentar una denuncia individualizada ante los órganos judiciales de sus respectivas provincias.

Tras recibir estas 13 denuncias, que se suman a las seis que ya existían, el departamento de María José Segarra ha decidido nombrar a un fiscal coordinador que será el responsable de investigar si los menores fallecieron o fueron dados a padres adoptivos, han apuntado las fuentes consultadas por Europa Press.

Los padres adoptivos,

También "engañados"

Desde Anadir consideran que los padres de adopción también fueron engañados por las tramas ya que no se les comunicaba en ningún caso que los menores fueran robados. "Se ofrecían tres versiones, siempre las mismas, y se decía a los padres adoptivos que los bebés eran hijos de familias fallecidas en accidentes de tráfico o bien de madres drogadictas o prostitutas que no los querían", defiende la asociación.

En el caso de Sevilla, la primera en denunciar fue una pareja de la localidad de Utrera que pidió que se investigara el posible "robo" en el año 1977 de sus hijas gemelas, pues la familia sospecha que podrían haber sido "robadas" y dadas a otras familias frente a la versión dada en su momento por los médicos del centro hospitalario, que defendieron que ambos bebés habían nacido ya muertos. A este caso le siguieron los de otra familia de Utrera y otra de Montellano.

Las dos últimas denuncias que ha recibido la Fiscalía sevillana son una interpuesta por una mujer residente en Chiclana de la Frontera (Cádiz) por el presunto robo de su bebé en 1966 en el Hospital Virgen del Rocío, antiguo García Morato, y otra referida al 'robo' de un menor en el año 1962 en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, actual sede del Parlamento de Andalucía.