Fuentes de Emergencias Madrid explicaron a 20 minutos que los bomberos del Ayuntamiento extinguieron el incendio en pocos minutos, dadas sus reducidas dimensiones. Los sanitarios del Samur, sin embargo, no pudieron hacer nada para salvar la vida de Rubén, que a su llegada se encontraba ya en parada cardiorrespiratoria. Intentaron reanimar a la víctima durante media hora, pero sólo pudieron certificar su muerte.

El Samur atendió también al hermano de la víctima, Boris, que se quemó las manos al intentar salvar a Rubén y sufrió una crisis de ansiedad.

En la vivienda donde ocurrieron los hechos vivían, además de Rubén, su hermano (con su novia y la hija de ésta) y otras tres personas, miembros de otra familia, a la que habían realquilado dos de las cinco habitaciones de la casa.

Sin papeles

Rubén estaba intentando regularizar su situación en España, donde llevaba dos años. Era electricista pero se encontraba en paro, por lo que su única fuente de ingresos eran las chapuzas que le iban ofreciendo. Era viudo y padre de cuatro hijos de 15, 10, 8 y 5 años que viven en Ecuador.

Hacinados 30 personas en 60 m2

La precariedad laboral y el precio de la vivienda hacen que situaciones como la de Rubén no sean infrecuentes. La Red Ciudadana por la Igualdad ha llegado a detectar hasta 30 personas viviendo en 60 m2, y camas alquiladas por horas.

Vecinos contra la masificación

La abundancia de pisos con exceso de inquilinos ha llevado a la asociación de vecinos de Artigas, en Badalona, a elaborar un censo de pisos masificados. Llevan 20 detectados.