La Asociación Animalista Libera censura que la Consellería do Mar, a su juicio, "realiza afirmaciones negativas" sobre el nuevo método para la detección de biotoxinas marinas —el químico— "sin basarse en estudios o investigaciones y aludiendo a conceptos económicos".

"Cuando el sistema reduce radicalmente el sufrimiento de los animales", contrapone, al afirmar que el por ahora vigente —hasta el próximo 31 de julio—, de bioensayo, consiste "en matar a una parte de la muestra de seres vivos para comprobar la toxicidad de ciertos bivalvos, como los mejillones".

En concreto, hasta el momento, el Instituto Tecnolóxico do Mar (Intecmar) utiliza ratones para buscar toxinas en los moluscos. El departamento que dirige Rosa Quintana asegura que la cromatografía líquida supondrá multiplicar el coste de los controles por 50, hasta tres veces más tiempo y, en suma, menos eficacia en relación con la seguridad alimenticia.

Por contra, Libera destaca que la práctica con ratones ya está "erradicada en gran parte de Europa" y reitera que el nuevo método "respeta las 3R en la investigación con animales: reemplazo, reducción, refinamiento".

"También ha sido validado por el Centro Europeo para la Validación de Métodos Alternativos, sin objeciones de ningún tipo por parte de la institución", subraya.

Abstención española

Por último, señala que "está apoyado" por diferentes organizaciones y coaliciones de científicos que promueven una ciencia "ética" y "respetuosa" con los animales, y que —en la votación del reglamento 15/2011, que es el que sustituye un método por otro— ha tenido el apoyo de todos los países salvo la abstención española, por lo que "recoge el apoyo implícito de gran parte de la sociedad comunitaria".

Por todo ello, Libera critica la decisión de la Abogacía del Estado de acceder a la petición de la Consellería do Mar para recurrir, ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, el nuevo reglamento.