El detenido por presuntamente matar a su expareja asistía al programa de intervención para agresores en el CIS

El hombre detenido por presuntamente matar a su expareja en la barriada malagueña de El Palo había iniciado en noviembre un Programa de Intervención con Agresores en Violencia de Género, que se le impuso como condición para suspender la pena de prisión a la que fue condenado por amenazas y por malos tratos. Así, había asistido todas las semanas al Centro de Inserción Social (CIS), en total unas ocho sesiones, según han explicado desde dicha institución.

El hombre detenido por presuntamente matar a su expareja en la barriada malagueña de El Palo había iniciado en noviembre un Programa de Intervención con Agresores en Violencia de Género, que se le impuso como condición para suspender la pena de prisión a la que fue condenado por amenazas y por malos tratos. Así, había asistido todas las semanas al Centro de Inserción Social (CIS), en total unas ocho sesiones, según han explicado desde dicha institución.

Según han señalado desde el CIS, este programa contempla un primer periodo de nueve meses de terapias grupales, con sesiones una vez por semana, de unas tres horas de duración. Tras esto, se pasa a la fase de seguimiento de forma individualizada, que dura unos tres meses más, en la que un psicólogo realiza pruebas periódicas a la persona para determinar el desarrollo de la misma.

Han precisado que cualquier incidencia que se produzca en las personas que siguen el programa se comunica al juez que dictó la sentencia correspondiente para que se elimine la suspensión de la condena, que en este caso se paralizó por un periodo de dos años; con el fin de que se cumpla la pena privativa de libertad impuesta, que en lo que se refiere al ahora detenido era de 14 meses de cárcel en total por los dos delitos de amenazas y el de malos tratos.

En este caso, el 8 de noviembre se aprobó el plan remitido por los Servicios Sociales Penitenciarios para el cumplimiento del curso al que, entre otras cosas, se condicionaba la suspensión, y el programa lo comenzó el 23 de dicho mes, sin que hubiera incidencias que comunicar hasta el momento, según han manifestado en declaraciones a Europa Press las mismas fuentes.

Este programa es uno de los que desarrolla el CIS dentro de sus funciones en cuanto a las penas alternativas, como los cursos que se imparten en materia de seguridad vial o de educación sexual, según han precisado.

El hombre fue condenado por dos delitos de amenazas a ocho meses de prisión, la prohibición de acercarse a la mujer a menos de 500 metros durante 32 meses y la privación de la tenencia de armas durante 16 meses. Además, también fue condenado por maltrato familiar a seis meses de prisión, privación del uso de armas durante 16 meses y la prohibición de acercarse a la víctima, así como de comunicarse con ella por cualquier medio por un periodo de 16 meses.

En la sentencia, dictada por el juzgado de Violencia sobre la Mujer número tres de Málaga el 9 de julio de 2010 con la conformidad del entonces acusado, se declara probado que la pareja estaba separada desde abril de 2010 y que el 6 de julio de ese año llamó por teléfono y amenazó a la víctima diciéndole a la madre de ésta: "ya lo tengo todo perdido, yo iré a Alhaurín —a la cárcel provincial—, pero a ella me la llevo por delante".

Después, por la tarde, le envió un correo electrónico en el que, en otras cosas, le decía: "no sigas jugando conmigo que la próxima vez no vas a escapar de una pieza, que yo sé que mi futuro está en Alhaurín...".

Además, antes de separarse, el hombre la agarró y la empujó, sin causarle lesiones, según la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, en la que se apunta que en entonces se dirigió a ella y le dijo: "...tú qué te crees, que te vas a llevar a mi hija y yo me voy a quedar como si nada, pagándote la manutención...".

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