El Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) de la Universidad de Zaragoza trabajará para conseguir edificios más sostenibles con el medioambiente y, por tanto, con cero emisiones a lo largo de toda su vida.

Este proyecto creará una base de datos con la información ambiental y técnica necesaria sobre la mayor parte de los materiales que se utilizan en la construcción. Además, diseñará una herramienta de cálculo, que permitirá conocer el consumo energético de un edificio a lo largo de todo su ciclo de vida.

Según ha informado a Europa Press el director del Área de Ecoeficiencia y Análisis de ciclo de vida del CIRCE y coordinador del proyecto EnerBuiLCA, Ignacio Zabalza, hasta ahora sólo se evaluaba el impacto del edificio durante su etapa de uso con aspectos como la climatización, el agua caliente o la iluminación, lo que representa alrededor del 60 por ciento del impacto total.

Con este proyecto, "se contabiliza la energía que se demanda de los componentes, su transporte, la construcción del edificio, el mantenimiento, su rehabilitación y la demolición final", lo que constituye un análisis "mucho más realista del impacto global del edificio porque cuando sólo se analiza una etapa y se quiere disminuir la afección puede llegar a aumentar la de otra".

El CIRCE lidera un consorcio europeo, formado por ocho socios de España, Francia y Portugal, que va a desarrollar el proyecto EnerBuiLCA, financiado con fondos FEDER de la Unión Europea.

El proyecto EnerBuiLCA (Life Cycle Assessment for Energy Efficiency in Buildings) busca desarrollar una innovadora metodología cuantitativa de Análisis de Ciclo de Vida (ACV) para la evaluación de los impactos energéticos directos e indirectos de los edificios, y promover el uso de dicha metodología en el sector de la construcción y la edificación.

Programa sudoe

Este proyecto del CIRCE se enmarca en el Programa de Cooperación Territorial del Espacio Sudoeste Europeo SUDOE-Interreg IV B, y está cofinanciado con fondos FEDER de la Unión Europea. Este proyecto, que tendrá una duración de dos años, contará para su ejecución con un presupuesto de 890.693 euros, de los cuales 668.020 provendrán de la financiación europea.

Con este proyecto son tres los que lidera la Universidad de Zaragoza dentro de la última convocatoria del programa SUDOE y que han logrado financiación de los 28 seleccionados sobre un total de 233 de propuestas presentadas. Junto al proyecto del CIRCE destacan los recientemente seleccionados: el proyecto TRAIN2 para consolidar el sudoeste europeo para crear un foco de excelencia en nanociencia y nanotecnología; y el proyecto ClinK, de inmunoterapia, para activar las células asesinas contra los tumores hematológicos.

El consorcio está formado por cinco grupos españoles, dos portugueses y un francés, cubriendo así un total de siete regiones del sudoeste europeo: Cataluña, Aragón, Andalucía, País Vasco, Región Norte, Región Centro y Aquitania. El proyecto se aborda a nivel territorial SUDOE debido a la semejanza de modalidades constructivas, materiales empleados y condiciones climáticas existentes en estas regiones.

De este modo se pretende fomentar soluciones comunes para un desarrollo ordenado y sostenible del sector de la construcción en estas regiones. Y es que actualmente, los edificios consumen un 42 por ciento de la energía final y generan cerca del 35 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la UE.

Los resultados obtenidos en el proyecto ayudarán a fomentar la I+D+i en el sector de la edificación, aumentando la colaboración e intercambio de información entre los centros de investigación, las empresas y la administración. Se espera por tanto un gran impacto en el sector de la edificación por un lado, fomentando una actividad económica sostenible, a la vez que se sensibiliza a la sociedad sobre la necesidad y oportunidad de disponer de edificios más respetuosos con el medioambiente.

Los beneficiarios de los resultados del proyecto son todos los profesionales relacionados con el sector de la construcción, como estudios de arquitectura, ingenierías, colegios profesionales y empresas constructoras. Asimismo, los resultados podrán ser utilizados por las empresas inmobiliarias y los usuarios finales a la hora de evaluar sus operaciones de compra-venta, así como por las autoridades públicas en la definición de políticas de sostenibilidad para edificios.

El proyecto se divide en siete áreas de trabajo. Desde el punto de vista técnico, CIRCE participa en dos tareas fundamentales, como son el desarrollo de la base de datos y la creación de la herramienta informática que permita a los usuarios no expertos desarrollar un autodiagnóstico del ciclo de vida de un edificio.

Además, CIRCE llevará a cabo las tareas relacionadas con la coordinación y la gestión administrativa, técnica y financiera del proyecto y se encargará de su seguimiento y evaluación, así como de las actividades de publicidad e información, incluyendo la elaboración de un manual divulgativo sobre la aplicación del ACV.