Condenado a tres años de cárcel por tres homicidios imprudentes en 2007 por conducción temeraria

El Juzgado de lo Penal número 2 de Huelva ha condenado por un delito de conducción temeraria a tres años de prisión al joven acusado de tres homicidios imprudentes en 2007 y otro de lesiones imprudentes, tras colisionar con otro vehículo el 5 de enero de 2007 en la carretera N-431 y acabar con la vida de tres personas.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Huelva ha condenado por un delito de conducción temeraria a tres años de prisión al joven acusado de tres homicidios imprudentes en 2007 y otro de lesiones imprudentes, tras colisionar con otro vehículo el 5 de enero de 2007 en la carretera N-431 y acabar con la vida de tres personas.

Según ha informado a Europa Press el letrado del acusado, Juan José Domínguez, finalmente esta persona ha sido condenada a tres años de prisión por un delito de conducción temeraria causando tres homicidios imprudentes.

En el juicio, que se celebró el pasado 7 de febrero, el condenado pidió ser juzgado por una falta y no por un delito, ya que, según especificó, ese día "había mucha niebla" y se vio obligado a adelantar por la izquierda "no por despreciar la vida de los demás, sino por aprecio a su propia vida".

Durante el juicio, éste remarcó que "nunca" sobrepasó los 90 kilómetros por hora porque en la carretera había cambios de rasante, y cuando divisó el camión, a unos 60 metros, no tuvo más remedio que adelantar por la izquierda, colisionando con el vehículo que circulaba en dirección contraria. Sin embargo, señaló que no frenó durante el adelantamiento.

El único superviviente del vehículo aseguró que iba de copiloto y había "buena visibilidad", así como que vio a un camión y a otro vehículo en sentido contrario "como un destello" y no pudieron evitar la colisión. Otros testigos, conductores de los otros coches parados en ese momento, señalaron que "no había niebla y que el acusado iba bastante rápido".

Por su parte, un agente de la Guardia Civil testificó que el joven realizó una invasión total del carril izquierdo, lo que supone "una conducción temeraria con desprecio a la vida de los demás, en una carretera con buena visibilidad y sin niebla". Otro de los testigos, también guardia civil, insistió en que no había niebla y que el acusado circulaba "entre 103 y 112 kilómetros por hora" en el momento de la colisión.

La Fiscalía elevó la pena a tres años de prisión y la privación del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores durante cuatro años por tres delitos de homicidios imprudentes y otro de lesiones imprudentes; la acusación particular pidió la máxima pena —14 años— al reafirmar que el joven realizó una maniobra "totalmente temeraria con total desprecio a la vida de los demás" y la defensa, la absolución.

Los hechos

El escrito de acusación de la Fiscalía precisa que ese día, el acusado circulaba por la carretera N-431, en sentido hacia Huelva, a una velocidad superior a los 100 kilómetros por hora, que es el límite permitido en esa vía, "sin prestar la debida atención a la conducción", de forma que al llegar al punto kilométrico 100,400 no se percató de que en el arcén derecho del mismo sentido de su marcha se encontraban, parados y con las luces de posición encendidas, tres vehículos esperando entrar en una finca.

Al llegar a su altura, "dada la velocidad a la que circulaba y que lo hacía distraído, no pudo ni frenar siquiera", sino que se introdujo en el carril izquierdo para poder adelantar a los coches parados, momento en el que circulaba correctamente por ese carril en dirección contraria a la del acusado, otro vehículo con el que colisionó, ocupado por cuatro personas.

Como consecuencia de la colisión, fallecieron en el acto el conductor y dos de sus ocupantes, mientras que el cuarto sufrió heridas múltiples.

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