El Comité Regional de la Confederación Española de Policía (CEP) ha pedido al presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, que se disculpe públicamente por haber cuestionado la intervención policial que el pasado sábado se saldó con la detención del encargado de seguridad del nuevo propietario del Racing, Ashan Alí Syed.

De esta forma, en un comunicado, los responsables regionales de CEP salen al paso de las palabras del jefe del Ejecutivo autonómico, quien ha asegurado que en el incidente "a lo mejor" hubo "excesos por ambas partes".

Frente a esas afirmaciones, la Confederación Española de Policía recalca que la intervención policial "fue la correcta, ante la actitud" y los "empujones" que el escolta propinó a los agentes que realizaban un cordón de seguridad, tanto para la salida del equipo visitante como de las autoridades y del propio Alí.

Para la CEP, es "vergonzoso" que Revilla "ponga en duda la actuación policial" y haga ese comentario. "¿En qué se basa para tal afirmación? ¿Teme que las inversiones anunciadas, finalmente no lleguen? Y si esto ocurriera, ¿echará la culpa a la Policía por haber hecho su trabajo?", señala en su comunicado.

En su opinión, el presidente cántabro "no tiene que olvidar que representa a todos los ciudadanos" de la región y, por tanto, también a los policías.

La organización policial entiende que Revilla "esté obnubilado con la supuesta capacidad económica del Alí y las posibles inversiones millonarias en Cantabria", pero considera que eso "no le exime de un trato respetuoso" hacia el Cuerpo Nacional de Policía y sus actuaciones.

Por eso, la CEP exige al líder regionalista que "rectifique sus comentarios desafortunados y públicamente se disculpe ante la Policía Nacional, que ha sido vejada". Además, pide que se deje a la autoridad judicial resolver este asunto, dado que el encargado de seguridad de Alí será juzgado por "desobediencia grave y falta de lesiones a un funcionario policial".

Por último, la Confederación Española de Policía subraya que el nuevo dueño del Racing y su "séquito" deben cumplir la normativa vigente en España "al igual que todo el mundo, respetando las señalizaciones de tráfico y sin cortar el tráfico de una calle". Eso, según la CEP, "no se hace por parte de los responsables policiales ni con altas autoridades del Estado".