En una entrevista concedida a la cadena SER, Balza reconoció que ETA ha tenido capacidad para «establecer líneas en el Estado y en Euskadi, que hace meses no tenía», y recordó que la mayoría de los comandos son legales, desconocidos para la Policía, y es más difícil trabajar contra ellos.

Respecto a los últimos movimientos de la banda, señaló que «hay expectativas abiertas», aunque consideró inadmisible el incidir en las deciciones de los partidos políticos a través de la violencia. En este sentido, el consejero recordó que «no vamos por el buen camino y se debe reconducir de inmediato».

En cuanto a la situación actual, Balza se mostró convencido de que se dan condiciones «como no ha habido nunca» para intentar el final de la violencia terrorista, y que «con una gestión prudente, se podrá avanzar».

Nueva ley para las víctimas

José Luis Rodríguez Zapatero pidió ayer en el Congreso, el máximo consenso para la reforma de la ley de solidaridad con las víctimas del terrorismo que se enviará al Parlamento antes del verano. Por su parte, el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, dijo que del Gobierno se espera que «se dejen de sus músicas celestiales y llamen de una vez asesinos a los asesinos».

Seis atentados en febrero

28 febrero: Una bomba oculta en una bolsa de basura, con cinco kilos de explosivos estallaba junto al Instituto Social de la Marina de Mutriku (Guipúzcoa).

27 febrero: Un ertzaina resultaba herido leve al explotar una bomba en un juzgado de Munguía (Vizcaya). La Ertzaintza atribuye el ataque a ETA.

22 febrero: Una mochila bomba con entre 5 y 7 kilos de amonal explotaba en la empresa Barrenechea Goiri, en el barrio industrial de Bolueta, en Bilbao (Vizcaya).

16 febrero: Un artefacto con cinco kilos de explosivos explotaba junto a la empresa de construcción Otaduy, en Trapagarán (Vizcaya).

14 febrero: Una furgoneta bomba estallaba en una discoteca de la localidad navarra de Urdax.

1 febrero: Un artefacto compuesto por quince kilos de cloratita, causaba graves destrozos en las oficinas centrales de Correos de Vizcaya, en Etxebarri.

Y otras seis en enero: ETA colocó otras seis bombas durante el mes de enero en diferentes localidades del País Vasco y Aragón. En una de ellas resultó herido un ertzaina.