Aparcar en Vigo no es tarea fácil. Buena prueba de ello son las 11.935 plazas de parking que ofrece la ciudad, además de 2.400 de zona azul. Sin embargo, algunas zonas como O Castro y las calles que lo rodean aún ofrecen sitios gratis para los más avispados.

Para hacer gestiones

Concello: Para evitar pagar el euro que cobra de mínimo el aparcamiento de praza do Rei, puedes aparcar gratis en O Castro o intentar coger una de las seis plazas que hay junto a la caseta de Turismo.

Hacienda: Lo más cercano es el estacionamiento de juzgados. Si allí no encuentras sitio, siempre puedes dejar el coche en el parking del Alcampo, gratuito.

Seguridad social: En el entorno de García Barbón es difícil aparcar por el morro. Prueba en la parte alta de Serafín Avendaño, junto a las torres del Club Financiero.

Xunta o Correos: Para eludir el parking de praza da Estrela (1,20 €), puedes buscar sitio en Beiramar.

Hospital Xeral: Hay plazas libres, de zona azul y gorrillas, en las calles de la parte posterior del centro, como Baixada a Salgueira.

Para un apuro

Bajo riesgo: La calle Gil, tras los antiguos multicines Centro, sirve de aparcamiento con escaso riesgo de multa hasta ahora. También las calles Lugo y Perú, bajo Doctor Cadaval.

Muy vigilada: La entrada de Príncipe, junto al Sireno. Sólo para un ratito, ya que la Policía multa a menudo.

Para tener en cuenta: Prácticamente todo el centro de Vigo es zona ORA.

A pesar de ello, hay algunos lugares en los que se puede aparcar sin pagar y otros donde, aunque está prohibido, mucha gente se arriesga a dejar el coche cada día.

Sin soltar un euro

O Castro. Es el principal lugar en el que dejar el coche sin pagar en el centro de la ciudad. Para los que no teman las cuestas.

Clínica Fátima. Su ‘párking’ tiene unas 150 plazas y es gratis. Lo utilizan pacientes del centro y vecinos de la zona. Con paciencia, siempre sale algún coche.

Ojo, prohibido

Eduardo Iglesias. Aunque es semipeatonal y está vedado el aparcamiento, siempre hay coches en este tramo.

Calle Lugo. Los automovilistas nunca hicieron caso a las señales que desde hace años prohíben estacionar en toda la calle. Las multas no son frecuentes aquí.