El fiscal pide condenas de entre tres y seis años de cárcel para nueve acusados de tráfico de drogas que serán juzgados este lunes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria. El Ministerio Público les acusa de dedicarse a la venta de cocaína y hachís y estima en más de 28.000 euros el valor de la droga intervenida durante la operación policial.

Según explica en su escrito de calificaciones, dos de los acusados presuntamente se dedicaban a principios de 2008 a la venta de drogas, uno como principal responsable y el otro, generalmente encargado de guardarle la droga al primero a cambio de dinero, aunque también en algunos casos vendía a terceros.

El resto, o bien le compraban directamente la droga al principal responsable para vender a terceros, o colaboraban con otros de los vendedores.

La operación policial que condujo a la detención de los ahora procesados se saldó con la incautación de cocaína y hachís valorados en más de 28.000 euros, así como 23.590 euros en efectivo, tres vehículos, sustancia de corte, móviles, balanzas de precisión y otros útiles relacionados con el tráfico de drogas.

El fiscal propone que se les condene por un delito de tráfico de drogas, aunque a cuatro de los acusados les reconoce la atenuante de toxicomanía. Además, solicita el sobreseimiento provisional para otro hombre porque, a su juicio, no existen suficientes elementos para acreditar una imputación.

Para el principal acusado pide una condena de seis años de cárcel y multa de 40.000 euros, y para el que le guardaba la droga solicita cuatro años de prisión y multa de igual cuantía.

Además, propone condenas de cuatro años de cárcel y multa de 6.000 euros para otros dos procesados; tres años de prisión y multa de 6.000 euros para otros tres acusados; tres años y medio para otro de ellos; y tres años y medio más multa de 6.000 euros para el último.

Las defensas de todos ellos niegan los hechos y piden la libre absolución, salvo en el caso del acusado de guardar la droga, que reconoce que guardaba la droga y, a cambio, el principal acusado le daba dosis de cocaína y hachís, ya que era drogodependiente. A su juicio, su defendido es sólo cómplice del delito y propone una condena de dos años de cárcel.