La Guardia Civil entra en un domicilio del municipio de Arriate

Agentes de la Guardia Civil han entrado en un domicilio del municipio malagueño de Arriate en relación con la muerte de la menor de 13 años María Esther Jiménez, cuyo cuerpo fue hallado el pasado 20 de enero en la localidad con evidentes signos de violencia.

Agentes de la Guardia Civil han entrado en un domicilio del municipio malagueño de Arriate en relación con la muerte de la menor de 13 años María Esther Jiménez, cuyo cuerpo fue hallado el pasado 20 de enero en la localidad con evidentes signos de violencia.

Varios agentes de la Benemérita vestidos de paisano han entrado poco antes del mediodía en una vivienda situada en la calle Vinillas de la localidad donde podría producirse la primera detención relacionada con este caso.

El cuerpo sin vida de la menor fue encontrado en el interior de una caseta asociada a una piscina enclavada a las afueras de Arriate, después de que la joven se encontrara en paradero desconocido desde hacía 24 horas.

La Guardia Civil, la Policía Local y el Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) activaron un dispositivo especial de búsqueda por los cortijos y alrededores de la localidad para encontrar a la niña hasta que, finalmente, encontraron el cuerpo en el interior de la caseta.

En un primer momento la autopsia realizada a la menor confirmó que se trataba de una muerte violenta, además de que presentaba un traumatismo craneoencefálico.

La Guardia Civil peinó la zona en busca de pruebas e interrogó a los vecinos y familiares para intentar esclarecer los hechos. Unos 30 agentes han estado directamente implicados en el caso, algunos de los "mejores especialistas" que tiene el Instituto Armado a nivel nacional.

El pasado 22 de enero, tras la misa funeral en Arriate, el cortejo fúnebre partió hacia Paterna de Rivera (Cádiz), donde reside parte de su familia y en cuyo cementerio recibió sepultura al día siguiente el cuerpo de la menor.

Los padres afirmaron que su hija recibió dos cartas con amenazas en su domicilio, antes de que sucedieran los hechos, pero creían que "no era nada importante" y que se trataba de "una chiquillada". No obstante, las habían llevado a la Policía Local y también le habían preguntado a su hija si alguien la tenía amenazada, contestando la menor que no.

Los vecinos del municipio malagueño y los compañeros de la menor han mostrado su repulsa antes los hechos acontecidos concentrándose en diversas ocasiones en el municipio.

Precisamente, este martes, coincidiendo con el día en que la menor cumpliría 14 años, familiares y amigos de la niña acudieron hasta el lugar donde encontraron el cadáver, lugar en el que depositaron flores como homenaje a la pequeña.

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