Las matriculaciones de automóviles en Aragón se han situado en 1.189 unidades en enero, lo que supone una caída del 28 por ciento en comparación con el mismo mes de 2010, cuando se comercializaron 1.651 vehículos, según datos de la asociación de concesionarios Faconauto.

La caída más fuerte ha tenido lugar en Teruel y ha sido del 40,63 por ciento, de los 192 vehículos vendidos en 2010 a los 114 de 2011. En Zaragoza ha caído un 26,4 por ciento, de los 1.129 a los 831; mientras que en Huesca ha caído un 26,06 por ciento, de los 330 a los 244 vehículos.

En el conjunto de España, las matriculaciones de automóviles se situaron en 53.895 unidades durante el mes de enero, según Faconauto, lo que supone una caída del 23,4 por ciento en comparación con 2010, cuando se comercializaron 70.352 unidades.

Faconauto ha incidido en que los concesionarios de automóviles han vendido sólo un coche de media por cada cinco empleados durante el pasado mes de enero, por lo que estas empresas no podrán mantener sus estructuras ni pagar las nóminas de sus trabajadores si siguen cayendo las ventas de coches.

La patronal de los concesionarios vaticina que el sector de la distribución seguirá destruyendo empleo cualificado en los próximos meses. De hecho, el tráfico de clientes cayó un 50 por ciento en enero, con lo que las carteras de pedidos son "testimoniales, lo que augura un mes de febrero en la misma línea".

El presidente de Faconauto, Antonio Romero-Haupold, ha recordado que las redes comerciales emplean actualmente a 150.000 personas, mientras que las ventas de coches a particulares en enero se situaron en 28.000 unidades. "No nos salen las cuentas y difícilmente podremos pagar las nóminas de nuestros trabajadores", ha manifestado.

Faconauto ha advertido además de que los coches que no se vendan ahora no pasarán en los próximos años por las instalaciones de posventa de los concesionarios, que hasta ahora era una actividad "refugio", por lo que será inviable mantener un taller oficial en ciudades de menos de 50.000 habitantes.

Los concesionarios, que realizan un esfuerzo promocional de 2.800 euros por coche, insistieron en reclamar al Gobierno un plan que incentive el achatarramiento de automóviles de más de diez años con una bonificación del cien por cien del impuesto de matriculación en los tramos del 4,75 por ciento y del 9,75 por ciento.