Las protestas de las trabajadoras de la concesionaria que se encarga de la limpieza de los colegios públicos de Vigo han obligado este lunes a suspender el pleno que se estaba celebrando en el consistorio de la ciudad olívica ya que, según el alcalde, Abel Caballero, "no se puede celebrar un pleno en esas condiciones" —en referencia a los gritos e interpelaciones de las limpiadoras—.

Las trabajadoras, que portaban pancartas de protesta, han denunciado que, pese a que llegaron a un acuerdo con la empresa —Linorsa— el pasado mes de diciembre, en el que pactaron una serie de condiciones, dicho acuerdo aún no ha sido suscrito y que la situación se ha agravado después del despido de una de ellas.

Las limpiadoras han atribuido dicho despido a la "represión" que sufren las trabajadoras que participaron en la huelga y han exigido la readmisión de esa compañera. Asimismo, han pedido al Ayuntamiento que haga cumplir a la empresa los acuerdos que había alcanzado con los representantes de la plantilla.

Tras varias llamadas de atención por parte del alcalde y, en vista de que las protestas no cesaban, Abel Caballero ordenó la suspensión del pleno. Así, ha quedado convocada para este martes la junta de portavoces, que decidirá cuando se reanuda la sesión interrumpida.

Entre las reclamaciones de este colectivo, está la de conseguir que las jornadas se adelanten en su horario y que algunas de las trabajadoras, las de más edad, puedan trabajar una hora más a la semana para asegurar sus prestaciones a la hora de jubilarse.

Las limpiadoras de los colegios vigueses volvieron a trabajar a mediados de enero, tras una huelga de 23 días y, antes del paro, se presentaron en el pleno ordinario que se celebraba el pasado 29 de noviembre, que tuvo que ser suspendido y retomado días más tarde.