El escritor soriano Abel Hernández ha mostrado la relación de "luces y sombras" entre el Rey de España, don Juan Carlos I de Borbón, y el padre de este, don Juan de Borbón, plasmada en el libro publicado por la editorial Espasa 'Don Juan y Juanito', en el que habla de dos personajes "admirables que han contribuido a la convivencia actual de los españoles".

En una entrevista concedida a Europa Press, Hernández, que ha declarado ser "no esencialmente monárquico aunque sí 'juancarlista'", ha expresado en esta obra el "drama personal" de estas dos personas, aseverando que ha intentado "no hacer moral y ser honesto", prueba de lo cual es que "aparecen las perplejidades de uno y otro, y en concreto, la de un temperamental Juan de Borbón que sacrifica la relación humana con el hijo en función de la Monarquía, que para él era lo más importante junto al porvenir de España".

No obstante, según ha comentado Hernández, esto hizo que don Juan Carlos presentara "carencias afectivas" por parte de su progenitor, tal y como le trasladó la hermana del Rey Pilar de Borbón cuando se encontraba documentándose para escribir esta obra y, añade el autor, "don Juan fue excesivamente duro en su comportamiento con el hijo, con Juanito, que fue humanamente maltratado tratándole como a un peón en una partida de ajedrez".

Al hilo, ha asegurado que el padre del Rey mantenía "dos personalidades, pues, por un lado trataba al hijo, con el que sería cariñoso y, por otro lado, al peón, al heredero de la Institución, y es precisamente ahí donde se cruza el drama", a lo que añade que don Juan estuvo "muy manejado por sus asesores, algunos de los cuales le pedían que rompiera su relación con el hijo".

Todo ello, como consecuencia del acercamiento del Rey de España a quien entonces era el Jefe del Estado, Francisco Franco, una aproximación "obligada" para restituir la Monarquía del país, ya que "doliéndole muchísimo, aceptó llevarse bien con el dictador, la única forma de salvar la Corona", lo que no significa que no tuviese que "traicionar también, de alguna forma, el legado de Franco acabando con el régimen".

Así las cosas, Abel Hernández refleja en su libro que, de un lado, unos "creían que era heredero de Franco y le despreciaban, y de otro, para el propio dictador y los secuaces azules, era el hombre contaminado por la ideología liberal de don Juan", por lo que a don Juan Carlos no le quedó otra opción que "callarse haciendo equilibrios para que saliera todo bien".

Del mismo modo, el escritor soriano ha hecho hincapié en que se trata de una familia de la que "ha dependido en gran parte el funcionamiento y la puesta en marcha del sistema democrático en España, don Juan parando la III República y don Juan Carlos adaptándose al sueño de su padre y renunciando al sueño de Franco de que hubiera una monarquía del movimiento excluyendo a la mitad de los españoles".

Un personaje "maltratado"

En cuanto al padre del Rey, el autor de 'Don Juan y Juanito' ha observado en él a "un personaje maltratado por la historia y poco reconocido, tan solo cuando tuvo lugar su entierro", cuando recibió un reconocimiento en público en el Palacio de Oriente donde se hicieron colas interminables para visitar su cadáver.

En este sentido, ha explicado que "le acusaron de todo, de antiespañol, de ser cercano al mundo de los comunistas y de los masones y, sobre todo, fue maltratado por el régimen, desde que Franco le puso la cruz y dijo este no después de, además, haber esperado ese momento durante más de 40 años".

Abel Hernández reconoce que, "al final, su sueño se vio realizado en el hijo y eso le compensó". Además, "aceptó el momento de la abdicación de una forma casi de tapadillo en una sala de la Zarzuela sin ninguna solemnidad, acto que fue para la familia como un funeral", según aseguró Pilar de Borbón al autor de la obra. Sin embargo, "la defensa de la democracia de don Juan condujo a su hijo a no ser un títere del régimen y a tener una fuerte personalidad propia".

"la monarquía la mantienen los republicanos"

El autor ha tratado de escribir un libro de estilo "ágil y sencillo" para ser recepcionado por muy distintos lectores, entre ellos, los partidarios de la República, si bien, ha asegurado, "la Monarquía la mantienen los republicanos", por lo que "serán los primeros en leerlo" aclarando que "cada uno es libre y tiene sus ideas y me parece maravilloso".

Así, ha comentado que esta corriente está "más presente en las generaciones jóvenes, que no han vivido la experiencia de lo que ha costado instaurar la democracia" rememorando que "las dos experiencias de república han salido mal, la primera acabó en el rosario de la aurora y la segunda en una Guerra Civil".

Finalmente, el autor de 'Don Juan y Juanito' ha aludido a que no cree que los españoles estén "con ánimo de cambiar la Constitución convirtiéndola en republicana, y menos en Europa, adonde las monarquías son los regímenes más sólidos", de igual forma que ha apuntado que no considera que exista en estos momentos "un movimiento republicano a tener en cuenta en el país".