La guerra de las mezquitas se cobra más de 130 muertos en Irak

Las represalias chiíes contra los suníes por la destrucción del santuario de Samarra se extienden por todo el país.
Irak se despertó ayer con la siniestra resaca de los enfrentamientos entre chiíes y suníes iniciados el miércoles con la destrucción de la cúpula de la Mézquita de Samarra.

Más de 130 suníes murieron en distintos puntos del país, a muchos les encontraron tirados en las cunetas, e incluso grupos armados asaltaron una prisión en Basora y mataron a 11 reclusos.

Los periodistas también fueron objetivo de los terroristas: una reportera y dos cámaras de la televisión saudí Al Arabiya fueron asesinados.

La ola de represalias entre partidarios de los dos cultos continuó ayer mientras las autoridades apuntaban a Al Qaeda como posible autor material de la destrucción del santuario chií del imán Alí Al-Hadi en Samarra, origen de este precipitado paso hacia la guerra civil.

Boicot al Gobierno

El Gobierno iraquí, de mayoría kurdo-chií, instó «a la unidad nacional», mientras el Partido Islámico Iraquí, el principal suní, así como la Comisión de los Ulemas (máxima autoridad religiosa suní) anunciaron la retirada y un boicot a las conversaciones para la formación de un gobierno nacional con el partido mayoritario chií, la Alianza Unida Iraquí. Los suníes han acusado a los clérigos de incitar al odio, así como a las tropas de ocupación y del Gobierno, que no intervinieron en los disturbios.

Los ulemas denunciaron el ataque a 168 mezquitas y el asesinato de diez clérigos. Los fieles suníes salieron a la calles clamando venganza. El presidente de los EE UU, Bush, pidió calma y reiteró el compromiso de su país «con la reconstrucción».

3 preguntas sobre...

El conflicto político iraquí

1¿Qué intereses hay en la rivalidad política entre suníes y chiíes? El mapa religioso coincide con intereses petroleros. Entre la parte kurda del norte y la del sur, de mayoría chií, tienen casi todos los pozos. La minoría árabe suní, antes en el poder con Sadam Husein, no quiere un Estado federal.

2¿A quién beneficia una guerra civil? Algunos grupos insurgentes optan por una victoria total sobre los

EE UU y consideran al Gobierno iraquí como su legado. El partido Baas, antes en el poder, ha sido próscrito y muchos suníes y fuerzas extranjeras no ven con buenos ojos el nuevo reparto de poder. Hasta ahora los atentados habían sido básicamente contra chiíes.

3¿Cuál es el reparto de poder? La Alianza Unida (chií) y la Alianza Kurda se impusieron en las elecciones del 15 de diciembre, pero no con mayoría. El Frente del Acuerdo Nacional (coalición suní) fue la tercera fuerza.

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