La Asociación de Empresarios de Farmacia de Madrid (Adefarma) aboga por incluir de nuevo a los pensionistas en el grupo poblacional que hace aportaciones económicas al precio final de los fármacos que consume como beneficiarios que también son (la actual población activa), según se desprende de un informe elaborado por esta asociación, de diciembre de 2010.

Este documento, al que ha tenido acceso Europa Press, argumenta dicha propuesta al entender que, "aunque pueda considerarse un gran avance social" la gratuidad de los medicamentos a los pensionistas, "no hay razones, ni siquiera económicas, que justifiquen que los pensionistas no puedan pagar un pequeño nivel de aportaciones".

Adefarma, que alude al contexto actual de "importantes problemas de sostenibilidad" a los que tienen que hacer frente los actuales sistemas de salud, reprocha que los motivos para que los pensionistas no aporten una pequeña cantidad económica responde a "razones políticas" y a una visión "torpe" de los primeros gobiernos de la democracia que liberaron de aportación a los pensionistas.

De hecho, el documento recuerda que desde la primera Ley General de la Seguridad Social del 1964, e incluso hasta el año 1978, la aportación de los beneficiarios en los medicamentos en España "era la misma para los trabajadores activos y los pensionistas".

Además, apunta al hecho de que, "en los últimos 30 años, no se ha producido ningún cambio en el nivel de aportación en los medicamentos", a excepción eso sí de la inclusión de algunos fármacos en el sistema de aportación reducida, frente al "incremento" constante de la población pensionista y del consumo de recursos sanitarios.

Por contra, sostiene que "muy diferente" ha sido, sin embargo, el nivel de participación de los usuarios en la adquisición de fármacos a nivel europeo.

Una vez que la población pensionista estuviese incluida en el grupo de usuarios que aportan al pago de los medicamentos, el informe de Adefarma propone que dichas aportaciones sean "iguales para todos los usuarios" del Sistema Nacional de Salud, ya sean "trabajadores activos, pensionistas y personal dependiente de la Administración del Estado".

No obstante, reconoce que pueden introducirse "excepciones y discriminaciones positivas" en relación a patologías o colectivos especialmente desfavorecidos, tal como existen en el resto de los países europeos.

Aportaciones cuantitativamente pequeñas

Sea como fuere, el informe al que ha tenido acceso Europa Press puntualiza que las aportaciones tendrían que ser "cuantitativamente pequeñas", al objeto de "evitar cualquier efecto disuasorio que tenga consecuencias para la salud".

En concreto, Adefarma propone que, "sin llegar a la media europea (de aportación) que actualmente está en el 16,5 por ciento del precio (final) de los medicamentos", el objetivo debería ser que el montante total de las aportaciones se encontrase "en torno al 10-15 por ciento, en lugar del 5,8 por ciento actual".

"Para ello sería necesario hacer descender la aportación de los trabajadores activos, lo cual siempre tiene una buena presentación política, ya que son trabajadores activos también los parados", destaca por otra parte el citado informe, que también propone que las aportaciones "tienen que tener poca relación con el precio de los medicamentos".

Además, asegura que las aportaciones de carácter fijo, o ligeramente variable en función del precio, tal como establecieron las primeras leyes de la Seguridad Social, "alejan la idea de cualquier injusticia en los medios económicos de que dispone el usuario y sus posibilidades de tratamiento".

Finalmente, propone que las aportaciones se revisen anualmente para evitar situaciones como las actuales, en la que "nos encontramos en la que han transcurrido 30 años sin revisiones". Incluso propone que el nivel de aportaciones "figure en la Ley de Presupuestos Generales del Estado para cada año".