El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha señalado que "a la vista está" que en la "deshumanización" de las relaciones familiares que poco a poco va calando en los hogares, hay "un caldo de cultivo para la violencia doméstica, el desprecio de los mayores y de los enfermos, y el abandono de los hijos cuando más nos necesitan".

En las palabras que ha pronunciado en la inauguración del Año Judicial 2011 de la Vicaría Judicial Metropolitana de Toledo —acto al que ha asistido el alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page—, monseñor Rodríguez ha arremetido también contra "la facilidad con la que las leyes civiles propician la disolución del matrimonio" porque eso "incide igualmente en el bien de los hijos y, en consecuencia, en el bien de la futura sociedad".

Así, ha apostado por "recuperar la espiritualidad matrimonial específica que mana del mismo sacramento del matrimonio y de sus propiedades esenciales" y por "conquistar social y culturalmente los conceptos de unidad e indisolubilidad propios de la unión conyugal".

"Hoy no estamos simplemente ante una mentalidad divorcista, sino que nos enfrentamos ante una sociedad que, bajo el yugo del relativismo, ha asumido por completo que el don de la entrega irrevocable entre un hombre y una mujer, bendecida por Dios, es absolutamente imposible, por no decir inalcanzable o inexistente", ha señalado.

El arzobispo se ha pronunciado así tras recordar que en noviembre de este año se celebra el trigésimo aniversario de la publicación de la exhortación apostólica postsinodal Familiaris Consortio del papa Juan Pablo II, y constatar que en estos años la sociedad "ha cambiado en muchos aspectos" y que "resulta triste comprobar que prácticamente hemos aceptado social y culturalmente modelos de convivencia que, por mucho que nos empeñemos, nunca serán equiparables a la familia".

Durante su intervención también se ha referido a la próxima celebración de la Jornada Mundial de la Juventud y ha añadido que "toda la Archidiócesis de Toledo se está preparando para este magno evento", asegurando, a continuación, que "todos debemos poner nuestro esfuerzo especialmente en la formación y preparación de los jóvenes".

Esta formación debe estar basada, a su juicio, "en aquellos valores auténticamente evangélicos que les haga ser en un futuro auténticos esposos y padres de familias, constituyéndose en protagonistas de una nueva sociedad más justa, más fraterna, más solidaria".

Nulidad matrimonial

En ese mismo acto, el vicario judicial, José Antonio Martínez García, ha detallado los datos de la Memoria del Año Judicial 2010 del Arzobispado de Toledo, según los cuales el Tribunal Metropolitano tramitó un total de 54 causas de nulidad matrimonial procedentes de las Diócesis de Castilla-La Mancha, 40 de ellas favorables.

Martínez García ha concretado que en Primera Instancia se vieron 30 causas, de las que fueron sentenciadas 23 —20 de ellas a favor de la nulidad— mientras que en Segunda Instancia se introdujeron 24 causas —9 procedentes de Albacete, 12 de Ciudad Real y 3 de Cuenca—, 20 de ellas a favor de la nulidad.

En cuanto a los capítulos invocados en las causas sentenciadas, figuran, por ese orden, los de grave defecto de discreción de juicio, la incapacidad para asumir las obligaciones esenciales del matrimonio, por causa de naturaleza psíquica o la exclusión de algunas de las propiedades esenciales del matrimonio.