El pirata de Hollywood

En las únicas imágenes que he podido encontrar de él, Russell parece cualquier cosa menos un pirata. Menos aún un genio de la informática.
Las fotos están tomadas hace algo más de un año, a la salida de la Corte Federal de Chicago. Russell acababa de pagar una fianza de 25.000 dólares tras ser arrestado por piratear cintas de vídeo. Lleva una sudadera oscura con capucha blanca, chaqueta barata de cuello de borreguillo, vaqueros y sandalias con calcetines blancos. Calva incipiente, gafas enormes, bigote generoso, anillo de casado y un cigarro en la boca, que, por el gesto, resulta evidente que ni es el primero del día ni será el último. Es el vecino de al lado que te encuentras en el bar viendo el fútbol. Como mucho.

Y, sin embargo, cuando la semana pasada se supo que había muerto en la cárcel de un ataque al corazón, mientras esperaba la sentencia, su imagen desaliñada y vulgar volvió a ocupar algunos minutos en el horario de máxima audiencia.

Y es que Russell no era un pirata cualquiera. De hecho, fue el primer detenido en los EE UU por piratear los famosos screeners, los vídeos que los miembros de la Academia reciben con los últimos estrenos para facilitar su votación en los Oscar. Es decir, el material más codiciado por los fanáticos del cine adictos al mercado libre de Internet. Él mismo confesó haber pirateado y colgado en la Red películas tan populares como Mystic River, Master and Commander o El último samurái. En total, 134 cintas, muchas de las cuales se las pasó un miembro de la propia Academia, el actor secundario Carmine Caridi (¡aparece en El padrino II!). A Caridi, por cierto, le retiraron el carné de académico y tuvo que pagar un multazo. Él siempre alegó que pensaba que Russell no era más que «un tipo corriente aficionado al cine». ¿Sería por las gafas?

Russell W. Sprague

- Nació en Homewood, Illinois (EE UU). Tenía 52 años y vivía en las afueras de Chicago.

- Era electricista.

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