El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Campo de Borja ha obtenido en el último comité de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) la acreditación de sus actividades de certificación, de acuerdo con lo establecido en la norma UNE-EN 45011.

Se convierte así en el primer Consejo Regulador vitivinícola de España que obtiene este reconocimiento, dando cumplimiento a lo establecido en los Reglamentos Europeos que regulan las Denominaciones de Origen, gracias al trabajo desarrollado en los últimos años por todos los viticultores, bodegas y técnicos que componen la D.O. Campo de Borja, tutelada por el Departamento de Agricultura y Alimentación del Gobierno de Aragón.

La acreditación representa la superación de un complejo proceso de adecuación del Consejo Regulador para actuar como entidad de certificación de producto, en sus actividades de verificación del cumplimiento de la Norma Técnica, que define la Denominación de Origen y es el reconocimiento formal de su competencia técnica.

La obtención de la marca de ENAC, o referencia a la condición de acreditado, es una manera segura de identificar a los evaluadores de la conformidad que ofrecen máxima fiabilidad en sus servicios, aportando valor para la administración y, especialmente, para la empresa que recibe la certificación, a la que permite aumentar la confianza de sus clientes, minimizar riesgos y aumentar la aceptación de sus productos en otros mercados.

Su presencia en informes y certificados es la garantía de contar con las ventajas aportadas por la acreditación, incluida su aceptación internacional, explica la Denominación de Origen en un comunicado.

Las acreditaciones de ENAC son reconocidas en más de 50 países, al ser ENAC firmante de los Acuerdos de Reconocimiento Mutuo establecidos a nivel internacional entre organismos de acreditación de todo el mundo.

La firma de estos acuerdos hace que los productos y servicios españoles que acceden a mercados externos, con certificados emitidos por laboratorios o entidades acreditadas por ENAC, vean reducidos de manera significativa, e incluso eliminados, los obstáculos técnicos que puedan plantearse en dichos mercados.

En la actualidad los países firmantes de estos acuerdos incluyen a la práctica totalidad de la Unión Europea y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), así como Estados Unidos, Canadá, Japón, China y Australia.