La Universitat de Girona (UdG) entregará el primer diploma de postgrado de Medicina Forense de Catalunya pensado para la formación de profesionales médicos y los diferentes cuerpos de seguridad en la identificación de cadáveres y su actuación en grandes catástrofes.

El curso empieza este viernes y su principal objetivo es el de "formar personas" que por su profesión intervienen de diferentes maneras en el proceso de identificación de cadáveres, según ha explicado en rueda de prensa el co-director del postgrado y decano de la Facultad de Medicina de la UdG, Ramon Brugada.

Así, se les quiere enseñar las diferentes técnicas y cómo actuar en casos de grandes catástrofes, en un curso que cuenta con un total de 40 plazas disponibles que están prácticamente todas ocupadas.

El postgrado incluye clases teóricas y prácticas sobre distintos temas, entre ellos odontología forense, autopsias, aspectos jurídicos sobre la identificación, genética forense o técnicas dactiloscópicas.

Brugada ha explicado que se ha buscado un precio muy competitivo para el curso (925 euros), teniendo en cuenta la situación económica actual. Además, ha destacado la excelencia de los profesores que impartirán las diferentes clases.

Grandes catástrofes

El también co-director del postgrado y subdirector del Insituto de Medicina Legal de Catalunya (IMLC), Narcís Bardalet, ha apuntado que en Girona, en 40 años, se han examinado más de 200 cuerpos por grandes catástrofes, entre ellas la del naufragio de la Oca de Banyoles o el incendio en un camping de Lloret de Mar.

"Cada día es más importante la identificación de los cuerpos", ha resaltado la co-directora del postgrado y médico forense del IMLC, Anna Hospital.

Primero se hacen las pruebas dactilares, si éstas no dan resultado, las odontológicas, y como última opción están los estudios de ADN, ha detallado Hospital.

Punto negro

Bardalet ha querido poner especial atención en el caso de las identificaciones de menores de edad. En muchos casos no hay huellas dactilares para comparar, ya que poco niños cuentan con el DNI. En segundo lugar, también pueden presentar problemas las pruebas odontológicas, ya que puede ser que no tengan dientes o que su boca esté cambiando constantemente, por la caída de ellos.

La última opción, la prueba de ADN, que en principio tendría que ser concluyente, también tiene un "punto negro o vacío": con los menores adoptados. La legislación prohíbe saber quién son los padres, por lo tanto, con la adopción "tendría que ser obligatoria una carta genética", ha reclamado.