La Guardia Civil de Tráfico ha interceptado a tres conductores que fueron sorprendidos en controles de radar cuando circulaban a 171, 200 y 210 kilómetros por hora en zonas limitadas a 50, 70 y 80 km/h, respectivamente.

Según ha informado el Instituto Armado, los infractores circulaban por carreteras de A Coruña, Lugo y Pontevedra, dos de ellos en sendas motocicletas y el otro en un turismo. A los tres se les imputa un delito contra la seguridad vial.

El primero de los interceptados, un vecino de Ferrol de 34 años, circulaba el pasado día 14 sobre las 11.30 horas por la carretera FE-14 en el municipio ferrolano por un tramo limitado a 80, en una motocicleta de gran cilindrada a 210 kilómetros por hora.

El segundo, un vecino de Lugo de 20 años, fue interceptado el día 15 a las 7.20 horas cuando circulaba con un turismo Renault Megane por la carretera LU-122 —que une Paxares y Lourenzana— en el municipio lucense de A Pastoriza a 200 kilómetros por hora en un tramo limitado a 70.

El tercero de los conductores es otro motorista que iba por la N-550 en O Porriño (Pontevedra) a 171 kilómetros por hora en un tramo limitado a 50. Este vecino de Mos, de 27 años, fue cazado en una moto de gran cilindrada el día 16 sobre las 10.20 horas. A 199

Por hora

Además, un cuarto conductor, un joven de 28 años, natural y vecino de O Saviñao (Lugo), fue interceptado a 199 kilómetros por hora en su motocicleta en una zona limitada a 100 en el término municipal de Ribas do Sil.

Este motorista fue localizado el pasado día 16 de enero cuando un radar lo captó sobre las 15.30 horas en el kilómetro 496,6 de la carretera N-126.

También le ha sido imputado un delito contra la seguridad del tráfico por una conducción que superaba los límites de velocidad establecidos, por lo que el joven fue puesto a disposición judicial en el Juzgado de Instrucción Número 2 de Monforte de Lemos.

Fuentes de la Agrupación de Tráfico en Galicia han calificado a estos conductores de "bárbaros al volante" y han indicado que los interceptados tendrán que dar cuenta de sus "imprudencias" ante los correspondientes juzgados de instrucción a los que se han remitido las diligencias.