J.C.G.M., el hombre acusado de acabar con la vida de su suegra de 81 años de edad, M.G.P., en la localidad toledana de Velada el 17 de noviembre de 2008 así como de robarle 1.000 euros, ha reconocido los hechos y se ha declarado culpable. Aunque ha asegurado que se llevaba "muy bien" con la fallecida y que se portó "muy bien" con él, ha afirmado que el día de los hechos se asustó y se puso "nervioso".

Así lo ha asegurado el acusado durante el interrogatorio al que ha sido sometido en el juicio que se ha celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo y donde el detenido ha apuntado, ante las preguntas del Ministerio Fiscal sobre lo sucedido: "cometí lo que cometí y tenía que afrontarlo".

Muerte de la víctima

Del mismo modo, ha sido interrogado sobre cómo ocurrió la muerte de su suegra, momento en el que, ante los problemas del acusado para recordar los hechos, la Fiscalía ha pedido que se diera lectura a la declaración que le fue tomada en el momento de su detención ante la Policía y el juez de Instrucción.

Ante las preguntas del juez, el acusado —que ha admitido su drogodependencia— ha reconocido todo lo reflejado en estas declaraciones en las que afirmó que cuando entró en casa de su suegra, ésta le vio y comenzó a chillar, momento en el cual se pusieron a "forcejear" y cayeron al suelo "golpeándose la víctima en la cabeza".

En estas declaraciones, el procesado también reconoce que golpeó con el puño a su suegra y que le tapó la cara con un cojín con el fin de que no se oyeran sus chillidos, para más tarde agarrarle por el cuello "hasta el momento en el que quedó inmóvil". 1.000 EUROS

Durante el interrogatorio, el acusado sí que ha podido recordar que después de estos hechos cogió los 1.000 euros que sabía que su suegra guardaba para casos de emergencia y que los gastó esa misma noche en alcohol y drogas.

Sobre su dependencia de estas sustancias, J.C.G.M. ha reconocido que antes de lo sucedido llevaba unos 15 años consumiendo cocaína, hecho que ha quedado demostrado también en la lectura de su declaración inicial ante el juez y la Policía donde afirmó que el día de los hechos había tomado dos gramos de esa misma sustancia.

Por último, el acusado ha querido pedir disculpas a la familia de la fallecida y ha mostrado su arrepentimiento por lo sucedido. "Pido disculpas a los familiares y me siento arrepentido de lo que hice", ha manifestado.

Modificación de conclusiones

Ante el reconocimiento de los hechos por parte del acusado, el Ministerio Fiscal ha renunciado a la prueba testifical pero ha pedido que se tenga en cuenta la prueba pericial de la autopsia de la fallecida que determina que la muerte se produjo por una hemorragia cerebral a causa de un cuadro de politraumatismo.

Igualmente, ha pedido que se tengan en cuenta las pruebas parciales de toxicología y biología que establecen que tanto en el análisis de la ropa que vestía el acusado el día de los hechos como en los anillos que llevaba y en sus uñas, había restos de sangre y ADN de la víctima.

El Ministerio Público ha señalado también que durante la vista ha quedado demostrado la agravante de abuso de superioridad y parentesco, así como la atenuante de drogadicción que establecía en su escrito de acusación.

Por todo ello, ha modificado sus conclusiones rebajando la pena que pedía para el acusado de cinco años de prisión por un delito de robo con violencia y 15 por el de homicidio, a 12 años por un delito de homicidio y tres por el de robo con violencia. INDEMNIZACIÓN

Tanto la acusación particular como la defensa se han adherido a las conclusiones finales de la Fiscalía que también incluyen una rebaja en la indemnización que inicialmente pedía para las hijas y el nieto de la víctima. Por lo que de una cantidad inicial de 100.000 euros para cada uno de ellos se ha rebajado a 20.000 euros.

El Ministerio Público solicitaba asimismo la prohibición de acercarse a una distancia de 500 metros y comunicarse por cualquier medio o procedimiento a las hijas de la fallecida durante veinte años. Una medida de la que ha quedado finalmente excluida la mujer del acusado que es también una de las hijas de la víctima.