La restauración del interior de la Catedral de Albarracín (Teruel) se va a iniciar por las capillas del Pilar y de las Ánimas, de los siglos XVIII y XVII, respectivamente. La actuación corre a cargo del Centro de Restauración de la Fundación Santa María de Albarracín, una vez superados los trámites de elaboración y autorización por parte de los organismos pertinentes.

Las capillas del Pilar y de las Ánimas son "importantes prolongaciones arquitectónicas" de la nave central y deben ser atendidas previamente, para dejar en exclusiva la ejecución posterior de la gran nave central y sus correspondientes capillas laterales, que se abordará en fases posteriores, ha informado la Fundación Santa María en un comunicado.

Ha agregado que las primeras tareas van a centrarse en el cubrimiento de los retablos y bienes muebles que tienen estos espacios "para que no se agrave su actual situación con las labores de albañilería que exigen".

Además, se ordenarán todos aquellos elementos muebles que se han ido acumulando en los espacios contiguos a la capilla de las Almas, utilizados, sobre todo, hasta la fecha como almacenes provisionales de restos muebles no utilizados, o incluso desechados, de periodos recientes, y procedentes de la misma catedral y de otras iglesias de la diócesis, que se han ido guardando en estos cuartos contiguos, han señalado las mismas fuentes.

Con posterioridad, se intervendrá primero en la capilla del Pilar, con instalaciones, solado y paramentos, pasando después a la otra capilla programada, de manera que, alternativamente, se vaya dejando paso a la intervención mueble de los técnicos pertinentes del centro.

De este modo, después de los trabajos de albañilería, se abordará la recuperación de los extraordinarios bienes muebles que dotan estas capillas, han indicado desde la Fundación.

Lienzos de la capilla del pilar

La Fundación ha señalado que los técnicos que participaran en el último curso de restauración de pintura de caballete comenzaron los estudios previos en la capilla del Pilar, dadas las dimensiones de los grandes lienzos que decoran sus paredes.

La complejidad por tamaño de estos lienzos aconsejó el desmontaje de los mismos para una intervención lo más contigua posible, evitando grandes desplazamientos. De no poderse desmontar, por estar amarrados a los muros con antiguos marcos de obra, se recomienda hacer la intervención 'in situ', evitando su deterioro con arranques forzados.

Seguramente, éste será el primer espacio concluido, que permitirá solapar el culto diario de la catedral, compaginándose con el resto de la intervención, han comentado desde la Fundación.

Esta entidad ha argumentado que al abordar por fases la "compleja intervención" en la catedral, siguiendo el método de ejecución que siempre ha desarrollado la Fundación, "asegura la eficacia del resultado" al evitar los "grandes atracones de obra por fechas, atendiendo la minuciosidad permanente que exige un tratamiento tan complejo, como el de ser el más importante monumento puntual de Albarracín".

Por otra parte, la Fundación ha manifestado que cabría la posibilidad de que en una segunda fase se interviniera en la sacristía, por ser otro de los "grandes apéndices del monumento", dejando una tercera fase para gran nave central y capillas laterales.

La intervención se finalizará con los trabajos de restauración concreta del claustro y de sus capillas, quizás en otras dos fases. Un cálculo aproximado de cinco fases o cinco años podrían suponer la total recuperación de esta catedral, "sin contar con los posibles sorpresas que puedan aparecer en este costoso trabajo", han matizado.