El miércoles por la tarde, Máximo San Martín, vecino del municipio burgalés de Quintana María, recibía la noticia de que su hermano mayor, Luis San Martín, había aparecido atropellado y con dos impactos de bala en un camino cercano al municipio. Al parecer, el presunto homicida, Carlos G.H., era un vecino de la localidad que más tarde se entregaba a la Guardia Civil reconociendo ser el autor de los hechos.

Máximo se encontraba en Tenerife de vacaciones cuando recibió una llamada de su primo, un agricultor de la zona, para decirle que se había encontrado el cuerpo de su hermano. "A malas penas le entendía porque estaba muy nervioso", aseguró Máximo, "había encontrado a mi hermano Luis muerto por disparos".

Por lo visto, el presunto homicida, Carlos G.H., había atropellado a Luis San Martín y le había disparado dos veces. El primo del fallecido se encontró el cuerpo en una parcela de cereal y presentaba varios impactos de perdigón que le causaron la muerte.

En el pueblo, los vecinos aseguraron que entre ellos nunca había habido problemas. Es más, se trataba de vecinos normales que no causaban ningún altercado. Quizás, Carlos G.H., era un poco más cerrado y los vecinos aseguraron que siempre iba "de arriba a abajo con el coche sin saludar a nadie", pero fuera de eso, "es una persona normal".

El pasado lunes, enterraron a una hermana de Carlos fallecida de cáncer, lo que se piensa que puede haber sido una de las causas por las que Carlos haya actuado de esta manera, tal y como aseguró Máximo, el hermano de Luis a Europa Press. "Puede ser que pilló a mi hermano y le mató a él, pero si pilla a otra persona yo creo que hubiera sido lo mismo", aseguró.

"Vaya trago, que enterraron a la hermana el lunes y se conoce que le ha debido afectar bastante", aseguraba una vecina.

Las dos familias están "destrozadas" y en el pueblo todos aseguran que "nunca se hubieran imaginado algo así", ya que en este municipio del Valle de Tobalina nunca había sucedido nada parecido, es un pueblo muy tranquilo.

"La familia está muy mal, cómo van a estar", añadía Máximo, "como todos estamos, como todos estaríamos en estos casos, porque si te dicen que le ha dado un infarto...pero que te digan de sopetón que le han matado...y que estés en Tenerife y te digan esto...mal".

Más tarde de lo sucedido, Carlos G.H, el presunto homicida, se presentaba ante el cuartel de la Guardia Civil de Medina de Pomar manifestando que había pegado varios tiros a un convecino.