La obra 'Insurgencias (1965-2008)', editada por Calambur, recoge el carácter reflexivo y meditativo de los poemas del escritor gaditano Antonio Hernández, desde su primer libro, 'El mar es una tarde con campanas', lanzado en 1965, hasta 'A palo seco', publicado en 2007.

Hernández, que presenta la obra este jueves en Sevilla junto al delegado de Cultura en Sevilla, Bernardo Bueno, y el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, ha recordado a Europa Press que él comenzó muy joven como poeta, obteniendo en 1964 el Premio Adonais, lo que le imprimió carácter en un país como éste "donde no se puede ser dos cosas al mismo tiempo". En este sentido, ha indicado que se ha quedado como poeta, si bien cuenta con nueve novelas publicadas, con "muy buena crítica". "Los poetas dicen que soy un buen novelista y los novelistas que un buen poeta, que no es poco", ha bromeado.

El Premio Nacional de la Crítica de Poesía ha reconocido que no quería una publicación de las obras completas porque los primeros libros los considera "muy deficiente, francamente malos, pero con excepciones de rigor como algunos poemas o versos". No obstante, el editor se decantó por una visión y perspectiva mayor de la obra de Hernández, ofreciendo coherencia. "Los primeros libros no tiene la depuración técnica de los últimos, pero son más auténticos y causan más emoción", ha expresado.

Por otro lado, el escritor ha señalado que durante toda su carrera literaria ha experimentado la evolución que conlleva todo aprendizaje, el impulso inspirador y el conocimiento del oficio. "El poeta con trayectoria larga se las tiene que saber todas", ha añadido. "La poesía no es sólo emoción ni tensión, sino también técnica", ha explicado, recordando la definición del recientemente fallecido Carlos Edmundo de Ory, "técnica y llanto".

En referencia a la temática poética, Hernández ha señalado que los temas de los poetas son "copias", pues son siempre los mismos. La diferencia, según ha apuntado, está en el tono de los poetas. Bécquer, Pedro Salinas y Julio Mariscal escribieron poesía amorosa y su lectura "no tiene nada que ver, aunque sea el mismo canto a la amada". "El tono es el carácter de los poetas, la diferencia", ha manifestado.

Asimismo, ha señalado que entre los temas que recorren sus versos se encuentra el destierro, Andalucía como paraíso perdido junto con la infancia, qué soy y qué función tengo en la vida como tema existencial. Además, ha participado de movimientos que se han impuesto como el culturalismo y la belleza del paisaje, o los libros, pero "siempre de manera entrañada, no trabajando la estética por la estética", ha advertido.

En esta línea, ha expresado que el tono de su poesía refleja un carácter cambiante a lo largo de los años, pero "siempre reflexivo y meditativo, buscando la esencia de las cosas". Además, ha indicado que lo conjuga con la emoción, "lo esencial en la poesía". "Un poema que no transmite es un poema anestesiado, de los que hay muchos en la poesía española, pues aquí más que poesía se hace literatura", ha lamentado.

'Nana para dormir francesas', 'Sangrefría' y 'Raigosa ha muerto, ¡viva el rey!' son algunas de las novelas de Hernández. La obra del gaditano, nacido en Arcos de la Frontera, ha sido reconocida con un importante número de prestigiosos premios como el Andalucía de Novela, el Rafael Alberti, Gil de Biedma, Miguel Hernández o Tiflos de poesía, entre otros.