El Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid ha absuelto a una joven, Rebeca G.L., que había sido acusada de un delito de descubrimiento y revelación de secretos al colgar fotografías de la pareja de su ex novio en una web de contactos sexuales.

La resolución judicial considera probado que el 10 de marzo de 2007, sobre las 16.42 horas, mediante una conexión de Internet instalada en la casa del padre de la acusada, se publicó en un sitio la Red un anuncio titulado "sólo quiero sexo", según la sentencia. El texto del anuncio decía: "Soy una chica joven, que sólo busca sexo, si te gusto sólo tienes que escribirme un e-mail", tras lo que figuraba la dirección de correo electrónico de la denunciante.

Además, en el anuncio, aparecían fotografías de la denunciante, que en esas fechas era la pareja sentimental de un joven que anteriormente había sido novio de la encausada.

El día de la publicación del anuncio y al día siguiente, en el que fue retirado, la denunciante recibió numerosos mensajes en los que los remitentes proponían mantener relaciones sexuales, y algunos incluían fotos de naturaleza erótica.

La resolución establece que "no se desprenden elementos de prueba suficientes" que permitan acreditar la comisión de un delito de descubrimiento y revelación de secretos, ni de la falta de vejaciones que atribuía a la encausada la acusación particular.

Establece además que no se ha acreditado cómo la acusada pudo conocer la clave de acceso al correo electrónico de su ex novio, ya que éste cambió su contraseña al conocer, con anterioridad a estos hechos, que Rebeca G.L. había accedido a sus mensajes.

"El hecho de que la acusada tenga el mismo domicilio que el titular de la conexión a Internet que fue utilizada para la publicación del anuncio y su relación anterior con el novio y actual esposo de la víctima no acredita, más allá de toda duda, que fuese ella quien encargó dicha publicación", resume la sentencia.

Aplica por tanto el principio in dubio pro reo, que implica que en caso de duda debe dictarse una sentencia a favor del encausado, y absuelve a la joven.

El Ministerio Fiscal había demandado un año y ocho meses de prisión y multa de 4.500 euros por un delito de descubrimiento y revelación de secretos, además del pago de 12.000 euros por daños morales. Por su parte, la acusación particular había solicitado dos años de prisión por un delito de revelación de secretos y subsidiariamente había pedido una condena por una falta de vejaciones injustas, además de 12.000 euros por daños morales, mientras la defensa había solicitado la absolución.