Una funcionaria del Ayuntamiento de O Porriño (Pontevedra) que fue secretaria del ex alcalde popular José Manuel Barros ha declarado en el juicio que arrancó este lunes que vivió un "calvario" que empezó dos meses después de que éste se convirtiera en regidor de la localidad.

José Manuel Barros está acusado de atentado contra la integridad moral, lesiones psíquicas, acoso laboral y sexual, amenazas y prevaricación. Tras varias denuncias por la vía contenciosa, la que fuera su secretaria, Isabel Penedo Araújo, presentó en agosto de 2002 una querella contra el alcalde, y casi nueve años después se celebra el juicio en Pontevedra.

El proceso judicial se ha retrasado por hechos como cuando el año pasado dos días antes de que Barros tuviera que hacer efectiva una fianza de 50.000 euros, el sumario "desapareció" misteriosamente del Juzgado de Instrucción Número 1 de O Porriño, según ha apuntado la denunciante.

Aunque no apareció, el sumario se pudo reponer al 90 por ciento por fotocopias que tenía en su poder la denunciante. La mujer, en la primera sesión del juicio, ha informado de los 16 años que trabajó como secretaria particular del alcalde y el "calvario" que sufrió.

"Por fin hemos llegado hasta aquí, es un día con el que he sufrido, pero también he soñado muchas veces para que se imparta Justicia de una vez por todas", ha manifestado Isabel Penedo. "Estoy aquí en representación de todas las personas que han sufrido abusos y acoso en su lugar de trabajo", ha apostillado. ENCERRADA

"Todo empezó en un acoso sexual que, al no conseguir nada, derivó en un acoso laboral, hasta el punto de tenerme encerrada dos años en un sitio, y otros dos en otro", ha explicado la denunciante.

Asimismo, la funcionaria acusó a José Manuel Barros de acabar con su vida laboral y personal porque no se plegó a sus propuestas sexuales. "Me decía que todo se podía arreglar con dos horas de cama, que podía tener los mejores coches y casas e, incluso, podía ser la secretaria de Fraga", ha afirmado Isabel Penedo. BARROS:

"llegaba más tarde que yo"

Sin embargo, el acusado lo negó todo. Así, Barros ha asegurado que no hubo acoso laboral, no ha admitido ninguna insinuación de tipo sexual y se ha limitado a reconocer que entre él y su secretaria surgió cierta "tirantez" debido a su "mal comportamiento en el puesto que desempeñaba y su continuada falta de puntualidad". "Incluso llegaba más tarde que yo", ha manifestado el ex alcalde.

La acusación particular pide para José Manuel Barros una condena de seis años de prisión, el mismo tiempo de inhabilitación y una indemnización de 500.000 euros.