Al menos ocho personas murieron y nueve resultaron heridas en los disturbios registrados este fin de semana en la región tunecina de Kasserín, cerca de la frontera con Argelia, afirmó este sábado en un comunicado el ministerio del Interior.

Mientras, el dirigente local de la oposición Ahmed Nejib Chebbi calculó en 20 el número de muertos en los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden la noche del sábado y la mañana del domingo en Kasserín.

Chebbi pidió a las autoridades tunecinas, en particular al presidente Zine El Abidin Benali, que intervenga urgentemente para poner fin a las hostilidades.

Los desórdenes, en protesta por el desempleo y la mala situación económica, estallaron en diciembre cuando Mohamed Bouazizi, un joven de 26 años, se quemó a lo bonzo en la localidad de Sidi Bouzid para denunciar abusos administrativos después de que la policía le confiscara las frutas y legumbres que vendía en la calle, con el argumento de que carecía del permiso para esa actividad.

El joven, un desempleado con estudios superiores, falleció el pasado 4 de enero en un hospital de la capital tunecina, adonde fue trasladado.

Desde el día en se quemó el joven comerciante se han producido incidentes y manifestaciones de solidaridad en numerosas localidades.

Un pequeño artefacto casero explotó este domingo en la entrada del consulado de Túnez en la región de París sin causar víctimas ni daños materiales de consideración, según fuentes diplomáticas.

El embajador de Túnez en Francia, Raouf Najar, denunció un "acto terrorista", mientras que las fuerzas de seguridad francesas calificaron el incidente de "pequeña explosión".

El artefacto, que explotó hacia las 05.00 hora local, provocó daños materiales mínimos en la fachada del inmueble.

Horas después, el consulado prosiguió con su actividad normal y la brigada de lo criminal de la policía judicial de París abrió una investigación.