La localidad de Higuera de la Sierra (Huelva) espera la visita de 25.000 personas el día de la Cabalgata de Reyes, la segunda más antigua de España, fundada en 1918 por iniciativa de Domingo Fal Conde.

En declaraciones a Europa Press, el alcalde de la localidad, el independiente Manuel Fal Mena, ha asegurado que en su 93 aniversario, el cortejo estará formado por unas 17 carrozas, que desfilarán representando imágenes "inmóviles" de la Biblia, encarnadas por un centenar de personas de la localidad, de todas las edades. Las carrozas portarán a los tres Reyes Magos y a la Estrella de Oriente, principales atractivos de esta tradición.

El alcalde ha apuntado que este año cuentan con la dificultad de las condiciones meteorológicas, que parece que "no van a acompañar", a lo que ha añadido que "no se luce igual y el número de visitantes se resiente".

Del mismo modo, ha precisado que el Ayuntamiento de la localidad pondrá en marcha para el evento un operativo especial, en colaboración con la Guardia Civil, Bomberos, Protección Civil y Cruz Roja, compuesto por unas 40 personas que velarán por la seguridad y el mejor funcionamiento de la Cabalgata. Además, habilitará una zona especial de aparcamientos, para intentar la seguridad de los visitantes.

La Cabalgata de Reyes de Higuera, que tiene fijada su hora de salida a las 21,00 horas el día 5 de enero, está catalogada como Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía por la Consejería de Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía, así como Manifestación Sociocultural Objeto de Especial Atención por parte de la Diputación de Huelva y en 2010 se ha incluido en el Catálogo del Patrimonio Histórico de Andalucía.

Orígenes históricos

La protección de esta celebración festiva se justifica por sus orígenes históricos, valores estéticos y dimensión simbólica, así como por su capacidad de integración de la población del municipio.

Otro de los rasgos distintivos de esta cabalgata es su riqueza estética-escenográfica, caracterizada por su barroquismo, teatralidad y por la recreación, en buena medida, de ambientaciones propias del entorno natural y de la cultura tradicional de la comarca serrana en el siglo XIX.

De este modo, y aunque los motivos elegidos proceden de episodios bíblicos, también pueden aparecer escenas de inspiración costumbrista o popular, que incluyen elementos de la vida cotidiana tradicional de la zona que se renuevan cada año.